Después de más de dos meses de encierro, algunos residentes de Petare colocaron sillas en sus azoteas, se asomaron por sus ventanales o se sentaron en las delgadas escaleras de cemento que serpentean por la barriada de la capital venezolana para disfrutar de una proyección de la película animada “Aladdin”.
“Faltaron las cotufas” o palomitas de maíz, dijo Estefani Armanzor, de 27 años, desde una platabanda o azotea al lado de su casa mientras sostenía a su hijo Aaron, de tres años. “Estamos en cuarentena y los niños se aburren mucho”.
La proyección de la película el lunes por la noche es parte de una iniciativa de Zona de Descarga, una organización local sin fines de lucro que promueve la coexistencia pacífica en la barriada del este de Caracas, una zona más conocida por la violencia de las bandas criminales y la brutalidad policial.
Proyectos similares para mitigar el aislamiento físico en medio de la pandemia se han desarrollado en las favelas de Río de Janeiro y en zonas residenciales del este de Caracas.
Zona de Descarga también ha organizado sesiones de lectura para niños e interpretaciones de algunos miembros de orquestas, dijo Jover Prato, un activista de 42 años y uno de los fundadores de la organización.
Tales actividades muestran un lado diferente de una barriada que a principios de mayo hizo noticia en el país por varios días consecutivos de disparos, lo que resultó en el despliegue de fuerzas de seguridad fuertemente armadas en sectores del vecindario.
Pero el lunes por la noche, la calma parecía reinar en algunas zonas del intrincado barrio, con decenas de niños volando cometas desde sus techos con impresionantes vistas al valle de Caracas, y algunas familias disfrutando de arepas, un alimento básico de la dieta venezolana.
Jimmy Pérez, de Zona de Descarga, dijo que la pantalla de cuatro metros de alto por cuatro de ancho la compraron por Amazon cuando regía en el país un cupo anual por persona de compra de dólares a una tasa preferencial. Luego adquirieron el sistema de sonido, mientras descargan las películas de Internet y las reproducen desde un pequeño laptop.
A pesar de las fallas de la energía eléctrica, la exhibición del lunes por la noche se produjo sin interrupciones. Pérez dijo que escogen películas coloridas e infantiles, dobladas al español. Durante la cuarentena han realizado, incluyendo la del lunes por la noche, tres exhibiciones de cintas en distintos puntos de Petare, agregó.
“Se nos hace chévere verlo aquí”, dijo Armanzor. “Es bueno que la sigan haciendo (…) y si hay repetición aquí, genial”.
Reuters