Las parejas casadas y comprometidas en cuarentena están peleando más; el conflicto más común: cuándo tener relaciones sexuales, de acuerdo con una encuesta realizada en abril a 1.200 parejas casadas y comprometidas que permanecen confinadas en sus hogares por la aplicación Lasting.
Por infobae.com
Solo el 18% de las parejas encuestadas informó satisfacción en la comunicación con su pareja, y la mayor fuente de conflicto fue la frecuencia con la que tuvieron relaciones sexuales, seguido de las decisiones de compra y luego el tiempo de teléfono.
El 40% de las parejas encuestadas informa que pasan más de 20 horas adicionales por semana con sus parejas como resultado del distanciamiento social. Esto significa que las parejas están haciendo un poco de todo juntas: maratones de televisión (71% de las parejas comprometidas, 54% de los casados), trabajando en proyectos en el hogar o cocinando. Sin embargo, la incertidumbre estimula emociones como la ansiedad y el estrés.
Para la mayoría de las personas encerradas y trabajando desde casa con sus parejas, es difícil imaginarse tener un minuto de paz. Pero, al contrario de lo que se imagina, las personas todavía están logrando engañar, y los sitios de infidelidad ven un aumento en los usuarios que buscan encuentros desde la pandemia.
“En la actual situación de confinamiento social, muchas parejas se enfrentan a una convivencia de tiempo completo -veinticuatro por siete-, no solo duermen juntos, sino que desayunan, almuerzan, meriendan, cenan, trabajan, cocinan, van de compras, limpian y hasta hacen actividad física juntos. Es posible, que para algunos esta escena algo atípica sea un pleno disfrute, una oportunidad única de compartirlo todo con el otro. Sin embargo, la lógica del todo, del full time, suele ser para muchos agotadora y complotar contra el deseo”, aseguró en diálogo con este medio la psicoanalista Agustina Fernández, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Para la especialista, “el deseo se enciende con lo que no se tiene, con aquello que falta, incluso con lo prohibido”. “El encierro obligado por la pandemia es vivido por muchos sujetos como un atrapamiento que les resulta asfixiante y el impedimento de salir les es subjetivamente insoportable. Son diversas las formas subjetivas de vérselas con eso, para algunos la respuesta aparece por el lado de la transgresión. El ‘salir transgresivo’ se convierte en aire fresco que los vitaliza. Y claro, dependerá de cada quién, si saldrá a caminar por la calle, a tomar café con amigos, a una partida de póker o los brazos de un amante”, añadió Fernández.
Si bien la cuarentena puede dificultar la conexión con una pareja extramarital, un aumento reciente en los nuevos usuarios de Ashley Madison sugiere que muchas personas están preparadas para el desafío. Según Paul Keable, director de estrategia de la compañía, el sitio promedia más de 16.000 nuevas suscripciones por día, en comparación con las 15.000 en 2019, y esos números parecen aumentar a medida que avanza la cuarentena.
Keable compara el aumento de la cuarentena actual con un aumento en las suscripciones de usuarios que Ashley Madison suele ver en las primeras semanas de enero, después de que un período prolongado de tiempo en casa con la familia durante las vacaciones puede haber expuesto y profundizado las fracturas que a menudo provocan que las personas comiencen saliendo fuera de sus relaciones primarias. “Lo que está sucediendo aquí es ese mismo tipo de fenómeno”, asegura, y agrega que espera ver que el tráfico del sitio continúe aumentando “exponencialmente” mientras persistan los bloqueos.
Por su parte, el sitio web Licit Encounters ha visto un aumento del 18% en la actividad de los miembros masculinos, y un aumento del 12% de los miembros femeninos en las últimas semanas. Más de la mitad de estos hombres dijo que había iniciado nuevos affaires en las últimas cuatro semanas, y el 74% de ellos mencionó el “aburrimiento” como la razón para buscar nuevos amantes. El 46% de las mujeres se han puesto en contacto con una nueva pareja en ese momento, y la mayoría dijo que la crisis del coronavirus había expuesto la debilidad de su relación y les hizo darse cuenta de que necesitaban “un nuevo estímulo”.
De acuerdo la psicoanalista Fiorella Litvinoff, el tedio y el confinamiento producen la búsqueda de estímulos -muchas veces sexuales- que permitan trascender el encierro que si bien es necesario, genera opresión y una necesidad de liberación. “En estos casos, se suele buscar a un tercero para desplegar la sexualidad y las fantasías que se encuentran obturadas”, indicó la especialista en diálogo con este medio.
Sabemos que la gente está teniendo citas virtuales en este momento, y está considerando el sexo telefónico y por videollamada para mantener vivas sus relaciones sexuales. Pero, ¿cómo se lleva a cabo una aventura cuando estás aislado o en cuarentena con tu pareja?
“Decir ‘voy a buscarme un amante’ o ‘estoy a punto de ser infiel’ no surge de un momento para otro. Las fantasías de infidelidad seguramente han aparecido tiempo atrás y es posible que solo hayan quedado en devaneos mentales sin nunca concretarlos. Si bien el encierro obligado y cada vez más largo no estimula el deseo sexual, sobre todo en las parejas que conviven, el home office o pasar mucho tiempo en Internet promueve además todo tipo de búsquedas, incluidas aquellas que permiten contactos con intereses de conocer a otras personas, simplemente seducir o con objetivos erótico/sexuales”, explicó a Infobae Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
Si bien puede ser agradable imaginar que las condiciones de cuarentena vuelven a unir a los cónyuges engañosos o distantes, la realidad puede ser todo lo contrario. Como sugieren las predicciones de un inminente pico de divorcio post-COVID, es probable que la cuarentena desafíe muchos matrimonios. “Esto no va a crear repentinamente mejores esposas y esposos simplemente porque están en un encierro forzado”, sostiene Keable. De hecho, a medida que los cónyuges que engañan pierden el acceso a la salida sexual y emocional de una aventura extramatrimonial, los matrimonios ya tensos pueden ser más propensos a ver una mayor tensión.
“La realidad es que si ya estabas buscando o involucrado en una aventura extramatrimonial, de repente estar obligado a permanecer encerrado con la persona de la que estás tratando de escapar no será beneficioso”, explicó en diálogo con InsideHook. “Esos problemas ya estaban allí, y antes, tenías una serie de distracciones para evitar pensar en ellos. Ahora no tienes ninguna de esas cosas. Por lo tanto, probablemente será peor para mucha gente”.
En tiempos tensos, algunos se están volviendo fuera de sus matrimonios para una válvula de liberación. Algunos de estos adúlteros están esperando que se termine la cuarentena y solo se comunican en línea por el momento. Otros están arriesgando más, rompiendo las reglas de aislamiento del hogar para llevar a cabo relaciones extramaritales en persona. Sus pretextos disminuyeron drásticamente: las idas al supermercado y las caminatas en solitario son las últimas excusas restantes para salir de la casa.
Según Ghedin, “las clásicas justificaciones que escuchábamos antes de la cuarentena como ‘no me llevo bien con mi pareja’, ‘tenemos poco sexo’, ‘estoy cansado de tanta rutina’, hoy, en pleno periodo de confinamiento, son reemplazadas por el aburrimiento y la búsqueda de acciones que generen adrenalina, es decir, encontrar algo perturbador que sacuda la monotonía”.
“Los motivos de dicha infidelidad al pacto de pareja pueden ser muchos, como psicoanalista considero que es necesario pensarlos en cada caso. En principio esa infidelidad no depende del contexto -aún cuando éste pueda incidir-, sino de las características de personalidad de cada quien y de la modalidad vincular que cada pareja ha construido”, concluyó Fernández.
Aunque siempre es complicada, la infidelidad es aún más grande ahora, dicen los expertos. Hoy en día, los asuntos involucran varias capas de traición: los que se desvían no solo rompen los votos matrimoniales, sino que engañan a los cónyuges a través de una gran crisis global, posiblemente arriesgando la salud del esposo o la esposa.