El número oficial de muertos en Francia por coronavirus este domingo bajó a 13, el más bajo en una jornada desde antes de que se iniciara el confinamiento a mediados de marzo, y en paralelo se mantuvo la tendencia de las últimas semanas de una reducción de los hospitalizados.
Desde que se inició esta contabilidad a comienzos de marzo han fallecido en Francia 29.155 personas por la COVID-19, indicó el Gobierno en su portal de internet.
Las 13 muertes anunciadas este domingo suponen una caída significativa con respecto a las de los últimos días: fueron 31 el sábado, 46 el viernes, 44 el jueves, 83 el miércoles y 107 el martes.
No obstante, hay que tener en cuenta que las autoridades sanitarias francesas no actualizan todos los días los datos con los fallecimientos que se producen en las residencias y la última vez que lo hicieron fue el martes pasado.
Por lo que respecta a los enfermos internados en los hospitales del país, el Ejecutivo indicó que cayeron a 12.461 este domingo, 18 menos en las últimas 24 horas. Es una disminución menos importante que en las jornadas precedentes pues habían sido 217 menos el sábado.
En el momento álgido de la epidemia a comienzos de abril llegó a haber casi 32.300 enfermos de coronavirus en los hospitales franceses.
Además, los casos más graves que se encuentran en las ucis se quedaron en 1.053, seis menos que el sábado.
Según Jean-François Delfraissy, presidente del Consejo Científico en que se apoya el Gobierno, la situación epidémica está bajo control en Francia al menos durante las próximas semanas, aunque está por ver lo que puede que ocurrir después del verano.
En una entrevista al periódico “Le Journal du Dimanche”, Delfraissy indicó que la experiencia de las grandes pandemias de virus respiratorios enseña que ocho de cada diez retrocedían durante el verano, pero la mitad resurgían en otoño.
Hizo hincapié que el virus sigue circulando pero a mucha menos velocidad que cuando se decretó el confinamiento el 16 de marzo.
También que en aquel momento “no era una buena decisión, pero era la menos mala” teniendo en cuenta las capacidades muy limitadas que había para hacer test.
Según las cifras de las que dispone, actualmente hay en Francia unos 1.000 a 2.000 contagios cada día.
Delfraissy se mostró en favor de aligerar los protocolos sanitarios que se imponen en las escuelas de aquí a finales de mes, en particular las limitaciones en las comidas, los recreos o las actividades deportivas.
La razón es que ahora se sabe que los niños son portadores del virus en pequeña cantidad y que lo más frecuente es que sean los adultos los que les contaminen a ellos y no a la inversa.
El presidente del Consejo Científico insistió en que hay que evitar a toda costa un nuevo confinamiento general de la población, entre otras cosas porque sería mucho menos aceptado.
En caso de que se produzca una nueva ola epidémica, considera que habría que dejar circular el virus entre la población joven y “tratar de proteger, con su acuerdo, a los más frágiles, enfermos, precarios o personas mayores”.
EFE