José Romero: No van a quebrarme

José Romero: No van a quebrarme

Estuve en cola para poner gasolina durante 29 horas, soportando un inclemente sol, luego una lluvia que nos obligó a encerrarnos en los carros, con sed, hambre, sin dormir, con picaduras de zancudos y temiendo un atraco en cualquier momento. Luego de una miserable y horrible noche, con indignación vi en la mañana cómo, con el mayor descaro, los Guardias Nacionales organizaron y pasaron por delante de nosotros, a quienes les pagaron para poner gasolina sin pasar todas las ronchas que tuvimos que calarnos. Así, mientras nosotros debimos haber salido temprano en la mañana, terminamos saliendo ya de noche, porque el abuso de los coleados se repitió 3 veces.

Pero aproveché todo ese tiempo para conversar con TODOS quienes pude y procurar hacerles abrir los ojos: La sumisión no es la respuesta, tampoco el miedo a la actuación de los colectivos y de los funcionarios contra quien se atreve a protestar, porque eso solo le funciona al régimen si se trata de un foco único y relativamente pequeño, como suele suceder.

Pero el tema es que eso ocurre porque no hay organización y coordinación nacional. Por eso debemos exigir a los representantes de los partidos que se ocupen de eso pues es una de sus misiones y para eso disponen de conocimientos y herramientas que el común de la gente no posee si se busca hacer un movimiento nacional que sea simultáneo. Hacerles ver que estamos cansados de “posturas y declaraciones” carentes de acciones concretas capaces de, al menos, procurar un cambio haciendo algo más que declarar, denunciar y quejarse.





El que un grupo minúsculo de militares o policías controlen en cada estación de servicio a Miles de personas hartas del maltrato y el abuso de poder, solo es posible si el ciudadano asume el papel de borrego que es pastoreado, que es exactamente lo que el régimen ha logrado y necesita mantener así. Ellos saben que en el instante que  el pueblo logre comprender que el poder lo tenemos los ciudadanos pero hay que saber ejercerlo con unión, inteligencia, coraje e irreverencia, entonces lograremos voltear la tortilla al régimen.

Pero mientras la rabia se drene tan sólo al murmurar entre el grupo, como una especie de válvula de escape, catártica pero inútil, no habrá cambios en la situación que la genera porque no hay ninguna acción concreta que así lo busque…

Si soñamos que llegan los marines y mágicamente nos libran de un problema que, queramos aceptarlo o no, lo generamos nosotros, unos más que otros, en el momento que por acción u omisión, permitimos al chavismo y a los Castro, apoderarse del país, aquí seguiremos como el burro con la zanahoria…

Soy uno de quien hizo todo cuanto estuvo en sus manos para que esto no ocurriera y 20 años después continúo hacer lo que pueda para acabar esta barbarie. 

Qué dice el liderazgo opositor al respecto, van a seguir con “declaraciones contundentes” que no valen de nada o van a comprender que urgen acciones específicas y no más palabras inútiles?