Un grupo internacional de neurocientíficos examinará cómo duerme el mundo, o cómo sufre por la falta de sueño, durante la pandemia de COVID-19, que ha alterado la vida laboral, social y familiar de innumerable cantidad de personas.
Se sabe que el sueño es crítico para la salud física y mental, esencial para la reparación de tejidos, la regeneración celular, la función inmune, la memoria y la regulación del estado de ánimo y las emociones.
Mientras mucha gente reporta problemas de sueño debido al coronavirus, el proyecto codirigido por neurocientíficos de la Universidad de Oxford de Gran Bretaña investigará su impacto en la salud de las personas y los ritmos diarios.
El International COVID-19 Sleep Study (ICOSS) combinará investigaciones de Austria, Canadá, China, Finlandia, Francia, Alemania, Hong Kong, Japón, Noruega y Estados Unidos.
“Una cantidad suficiente sueño de buena calidad nos ayuda a sobrellevar la situación, por lo que es preocupante ver las tendencias de falta de sueño durante esta pandemia. Esperamos estudiar esto (…) con más detalle”, dijo Colin Espie, profesor de medicina del sueño de Oxford.
El estudio analizará el impacto del confinamiento y cómo los riesgos de exposición al virus y los síntomas psicológicos como la ansiedad, la depresión y el estrés postraumático pueden afectar o verse afectados por el sueño.
Los investigadores dicen que su objetivo es comprender cómo han surgido los problemas de sueño e investigar la manera en que influyen en el estilo de vida, la salud y el bienestar durante la pandemia.
Los datos recopilados por los equipos de investigación se incorporarán a una base de datos internacional. Los hallazgos, dijo Espie, deberían ayudar a los científicos a “comprender los desafíos, pero también a encontrar soluciones para que la población duerma bien y esté saludable”.
Reuters