Una jueza federal de Nueva York fustigó a varios fiscales por posiblemente haber ocultado evidencia en perjuicio de un empresario iraní condenado por servir como principal nexo en las crecientes relaciones entre la República Islámica y Venezuela, ambas naciones adversarias de Estados Unidos.
Por: Joshua Goodman / The Asocciated Press
En un giro inusual, los fiscales desestimaron la semana los cargos contra Ali Sadr Hashemi Nejad, quien en marzo fue declarado culpable de usar una red de empresas fachada para canalizar a través de bancos estadounidenses más de 115 millones de dólares en pagos relacionados con una obra en construcción en Venezuela a su negocio familiar en Irán, en violación de las sanciones estadounidenses.
Sadr se encontraba en libertad a la espera de la sentencia que le dictarían en agosto, en la que enfrentaba un máximo de 125 años de prisión por cargos que incluían lavado de dinero, fraude bancario y asociación ilícita para defraudar a Estados Unidos.
En marzo, el fiscal federal Geoffrey Berman elogió a los agentes policiales que llevaron a juicio a Sadr, y afirmó en un comunicado que la condena “demuestra que las sanciones económicas de Estados Unidos a Irán son reales y que los infractores serán expuestos y juzgados”.
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