La Audiencia Nacional española ha condenado a 389 años de cárcel a Iurgi Garitagoitia, miembro de la banda terrorista ETA (inactiva desde 2011 y disuelta en 2018), por considerarlo autor de 25 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa, más un delito de daños terroristas y otro de tenencia de explosivos.
El tribunal considera probado que Garitagoitia colocó, el 15 de enero de 2009, un artefacto explosivo en un repetidor de telefonía y televisión en la localidad vasca de Hernani (Guipúzcoa) y dos bombas trampa para alcanzar a los policías que acudiesen tras la primera explosión.
El primer dispositivo explotó, y fueron 25 agentes a investigar lo sucedido (lo cual explica el número de delitos incluidos en la sentencia). El mecanismo que activaba las otras dos bombas finalmente falló.
Así lo reseñó RT