Lo anterior resulta como base, para rechazar ciertas argumentaciones, las cuales indican que los venezolanos no han hecho nada, y además es su responsabilidad haber alcanzado la situación actual; vaya que se ha hecho y la responsabilidad es ineludible. Sin embargo, este presente, de metas a muy corto plazo, demanda un empuje adicional, un esfuerzo que puede interpretarse de diferentes formas dependiendo de las condiciones de cada habitante. Todo menos dejar de enfocarse en la meta y permitir desviaciones.
Lo principal es tener una situación mental muy despejada y clara, en el sentido de no ser presa de las malignas manipulaciones y propagandas del régimen; para ellos es muy importante desmoralizar y hacer sentir que no se puede. Teniendo un espíritu fuerte, viene la elaboración de la postura o expresión corporal de seguridad. Luego, con mucha firmeza, comunicar las ideas que desenmascaran al conglomerado criminal del estado, a sus socios de algunos partidos políticos; así como también promover y difundir todas aquellas ideas o acciones que conlleven a su derrota y desalojo del poder, en todos sus niveles y estructuras.
El esfuerzo combinado es direccionar cada iniciativa por pequeña que sea, para ir permeando hacia arriba y hacia los lados; es decir, acciones ciudadanas en función de materializar los cambios políticos inminentes y necesarios. En muchas ocasiones se pueden oír afirmaciones como “las personas esperan que ocurra algo”, pero que ellos no tienen dominio sobre ese “algo”, y no es así, lo que cada habitante haga hoy, es directamente proporcional al logro de escenarios positivos y de libertad, mañana.