El 30 de julio de 2017 fue elegida la asamblea constituyente, tras el inconstitucional método de convocatoria y unas aún más cuestionadas elecciones. El 4 de agosto de ese año, este órgano se instaló en el hemiciclo protocolar del Palacio Federal Legislativo, espacio que comparten con la Asamblea Nacional. Su objetivo: reformar la Constitución de 1999.
Por: Luisa Quintero | Tal Cual
Desde su instalación, la ANC se ha denominado a sí misma como un poder supraconstitucional (algo que no menciona la Constitución actual), y bajo esta premisa han socavado las funciones de otros poderes, en particular del poder Legislativo a manos de la oposición.
Desde 2018, los voceros de la constituyente han mantenido silencio sobre la redacción del proyecto constitucional, que hasta ese año tenía un avance de 90%. Según las últimas informaciones dadas por Hermann Escarrá, presidente de la comisión constitucional, tan solo seis comisiones faltaban por entregar sus propuestas, que luego son revisadas por el equipo de la comisión e incorporadas.
Para ese entonces, la comisión tenía adelantando tres capítulos de la nueva Carta Magna pero no existía un nuevo texto completo, como circuló en Panorama ese año. Como dijo Escarrá, ese “proyecto” era en realidad una propuesta particular que circuló por los medios y se confundió con el trabajo formal de la ANC.
Lee la nota completa en Tal Cual.