Un 2020 sombrío es lo que ha registrado el sector comercio en Lara, por la cantidad de cierres que ha ocasionado la crisis económica y las medidas que ha tomado el gobierno nacional para contener la pandemia del COVID 19.
Por Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA
Eldi Montero, nuevo presidente de la Cámara de Comercio en Lara, alertó que de 35 mil comercios formales que estaban establecidos en Iribarren, el 60% bajó sus santamarías en el primer semestre del año, es decir, aproximadamente 21 mil empresas y estima que para diciembre el 80% de los comercios del municipio capital estarán cerrados .
“Hablamos de cierres porque los dueños de estos establecimientos no tienen el músculo financiero para seguir cancelando salarios a sus trabajadores, ni capacidad para reponer inventario ni pagar el alquiler de sus locales, mucho menos para cumplir con los compromisos fiscales que exige el municipio y el Estado”, advirtió Montero, al precisar que la mayoría de estos empresarios ahora ha migrado al comercio informal, ofertan productos a través de los redes sociales, internet y trabajan desde su casa.
“Lo que más nos preocupa son los puestos de trabajo que se han perdido. La mayoría de los comerciantes se está quedando sin fuerza laboral, son los dueños quienes ahora asumen las pocas operaciones que están manteniendo”, expresó.
Entre los factores que impulsan el cierre de empresas formales está la caída del consumo. El pasado 13 de julio el presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, informó que el consumo interno ha caído un 70% este año, de esa realidad no escapa el estado Lara.
“Podría cerrar un 20% adicionales de comercios al finalizar el año, tenemos por delante un futuro desolador”, proyectó Eldi Montero, eso representa unas 7.000 empresas adicionales en Barquisimeto que en este momento registran saldos rojos en sus finanzas.
Aunque algunas empresas han reanudado operaciones esta semana por la flexibilización de la cuarentena que decretó el gobierno nacional, laboran con muchas dificultades.
“Comercios de servicios son los que se mantienen abiertos, o aquellos que no dependan de un stock de inventario elevado. Consultorios médicos, odontológicos, empresas de encomiendas, transporte se han logrado mantener a flote. Restaurantes, abastos y supermercados aunque han laborado durante los casi cuatro meses de cuarentena, presentan problemas para recibir la mercancía, por las fallas que sigue registrando el servicio de combustible y por los retrasos que han presentado las importaciones”, comunicó.
Resaltó que aquellas empresas que han cerrado no se podrían recuperar tan rápido una vez pase la pandemia en Venezuela “Es que no hay capital para hacer inversiones, uno de los principales problemas que tiene el sector privado es que no tiene acceso a créditos bancarios para soportar la paralización económica que ha provocado la pandemia y garantizar el pago de salarios”, expresó.
Para la mayoría de los comercios de Lara está semana de flexibilización representa un respiro para generar algo de recursos y poder asumir algunos compromisos contractuales.
“Quienes mantienen abiertas sus santamarías laboran con un número mínimo de personal. Hacen turnos rotativos, unos empleados van tres días a la semana, otros dos, principalmente por el poco transporte público que esta disponible en este momento”, comunicó.
Ventas en el centro por el piso
José Quintero, comerciante de Bulevard Center, indicaron que tras cuatro meses cerrados, han dejado de registrar el 60% de las ventas que contabilizaban antes de la pandemia. “El arranque ha sido flojo, aunque hay mucha gente en la calle, se limitan a preguntar y observar pero no terminan de comprar”, expreso mientras atendía su puesto de lencería.
Ender Hidalgo, encargado de una heladería en la avenida 20 con calle 22 precisó que manejan poco inventario y que las cuentan no le dan para pagar la quincena completa. “Vamos a cancelar sólo esta semana y a los trabajadores que vengan a laborar”, confesó.