Tras una moratoria de 17 años, el Gobierno de EE.UU. llevó a cabo esta semana las primeras ejecuciones a nivel federal de 3 asesinos convictos, entre ellos Wesley Ira Purkey. En sus últimas palabras antes de recibir la inyección letal, afirmó el 16 de julio que “esta muerte desinfectada” no sirve de nada, informan medios locales.
El delincuente, condenado por el secuestro y asesinato de una adolescente de 16 años en la década de 1990 y por el homicidio de una mujer de 80, dijo que lamenta “profundamente el dolor y sufrimiento que causó a la familia de Jennifer”, su víctima joven.
“Lamento profundamente el dolor que causé a mi hija, a la que amo muchísimo. Esta muerte desinfectada no sirve a ningún propósito en absoluto. Gracias”, declaró.