La NBA anunció que cortará sus lazos con un centro de entrenamiento en la región de Xinjiang, noroeste de China, donde Pekín está acusado de atentar contra los derechos humanos de la minoría musulmana uigur.
El anuncio de la retirada de la NBA de esta vasta región occidental de China fue formulada en una carta a la senadora estadounidense Marsha Blackburn, que cuestionaba los lazos por la liga norteamericana de básquet en China, en un contexto de tensiones entre Washington y Pekín.
“La NBA no ha tenido implicaciones con la academia de básquetbol en Xinjiang desde hace más de un año, y la relación ha terminado” desde ahora, afirmó en esta carta el comisario adjunto de la NBA, Mark Tatum.
Estados Unidos decidió recientemente sanciones contra varios dirigentes chinos acusados de reprimir a la minoría uigur, cuando Gran Bretaña y Francia denunciaron prácticas que China niega.
Los uigures constituyen casi la mitad de la población de Xinjiang. Mayoritariamente musulmanes, hablan una lengua de la misma familia que el turco.
Expertos y organizaciones de defensa de los derechos humanos acusan a Pekín de haber hecho internar hasta un millón de musulmanes, principalmente de etnia uigur, en los campos de la región en nombre de la lucha antiterrorista.
China desmiente esta cifra y afirma que estas personas son llevadas a centros de formación profesional, destinados a ayudarlos a encontrar un empleo, para alejarlos de la tentación del extremismo.
Por otra parte, Tatum declaró que la NBA había perdido “centenares de millones de dólares” de ingresos tras la marcha de los difusores chinos tras una crisis provocada en octubre pasado por el tuit del exmanager general de los Houston Rockets, Daryl Morey, que apoyaba a los manifestantes prodemocracia de Hong Kong.
Parada en marzo debido a la pandemia del COVID-19, la NBA debe reanudarse el jueves próximo en una “burbuja” formada en el Disney World de Orlando, en Florida.
AFP