Meghan Markle y el príncipe Enrique presentaron el jueves ante el Tribunal Superior de Los Ángeles una demanda para impedir la venta y publicación de fotos de su hijo Archie, de un año, que según la pareja fueron tomadas invadiendo su privacidad.
La demanda argumenta que la familia es perseguida por periodistas, y que la situación llegó a su punto crítico cuando se dieron cuenta de que en los medios se publica una foto de Archi, supuestamente tomada durante una salida pública en la ciudad de Malibú, cuando en realidad fue sacada en su casa de Los Ángeles, sin consentimiento.
Según la presentación judicial, la pareja tuvo que construir una gran valla para esconderse de los fotógrafos, que usaban objetivos para fotografiarlos. No obstante, luego aparecieron drones que volaban cerca de la vivienda hasta tres veces al día, intentando registrar imágenes de la familia. Asimismo, la denuncia añade que algunos reporteros llegaron a realizar huecos en la valla metálica con la intención de obtener imágenes.
La demanda fue presentada contra personas no identificadas, y busca que sea determinada la identidad de los responsables. Asimismo, uno de los objetivos de la pareja es que el tribunal ordene obligarles a que entreguen todas las fotos de Archie.
De acuerdo con el documento, la pareja “simplemente quiere continuar su trabajo de impacto social, que es muy importante para ellos, así como tener una vida privada, a la cual cada familia e individuo tiene derecho”.