Aunque no hubo precisión sobre cuándo llegará al país, el comisionado de la presidencia interina de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas, Miguel Pizarro, detalló que lograron iniciar la última etapa para transferir recursos protegidos a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Federación Internacional de la Cruz Roja.
Por Carolina Alcalde | Voz de América
Durante una sesión virtual del parlamento liderado por el presidente interino Juan Guaidó, Pizarro explicó este martes que los recursos serán destinados a la importación de suministros, material de protección para el personal de salud así como al aumento de la capacidad de detección del COVID-19 para descentralizar el procesamiento de pruebas PCR.
“La distribución, el acopio, la propia implementación de última milla, el esquema de seguimiento va a estar dirigido por protocolos internacionales, va a estar marcado por los reglamentos internacionales de procedimientos de respuesta humanitaria y que esto nos permite construir las garantías de no politización” detalló el también diputado.
El representante del Gobierno interino ante la ONU destacó que la priorización de las instalaciones y los espacios geográficos a donde será destinada la ayuda “va a estar determinada por los principios humanitarios” y será distribuida, en principio, en los estados donde hay más casos y mayor dificultad de condiciones.
“En el corte de cuenta que la OPS hizo sobre la distribución anterior se habló sobre los primeros 5 estados y las instalaciones hospitalarias a las cuales se les había dotado insumos, que son importantes, pero hay que recalcar que no van a tener el volumen necesario para toda la emergencia interna puesto que esto es un mecanismo de respuesta humanitaria que todavía no tiene la capacidad de resolver los problemas estructurales del sistema”, puntualizó Pizarro.
En tanto, de acuerdo a José Manuel Olivares, comisionado presidencial para la Salud y Atención Sanitaria del Gobierno interino, la decisión de Nicolás Maduro de hospitalizar a todos los pacientes con COVID-19 es “desacertada” pues es necesario destinar los “pocos recursos” que hay a quienes realmente lo necesitan.
Olivares reveló este lunes que más del 52% de las salas de emergencia están “colapsadas”, que el 62% de las terapias intensivas se encuentran ocupadas y la capacidad hotelera para albergar pacientes con COVID-19 llegó al 80%, sólo en la capital venezolana.
“Tienen más miedo de decir tengo fiebre, puedo tener COVID, porque saben que eso significa que el SEBIN, el FAES… que lo lleven para un hotel hacinado, que usted esté bien, pero como tiene que esperar 15 días en un hotel para recibir el resultado de la prueba, usted se enferme en un hotel” dijo Olivares.
El régimen chavista ordenó en abril hospitalizar el 100% de los casos de COVID-19, asegurando contar con 23.500 camas para atender la coyuntura. Asimismo, este fin de semana, Maduro sugirió a obispos católicos que presten las instalaciones de iglesias y conventos para ingresar pacientes y someterlos a tratamiento.
En vista del aumento de los casos y la decisión de hospitalizar a todos, Maduro ordenó a mediados de este mes crear un hospital campaña en el Poliedro de Caracas.