Una escultura de 9 toneladas de un copo gigante de crema batida con una cereza encima, una mosca y un dron fue presentada el jueves en el Cuarto Plinto de Trafalgar Square, en Londres.
La escultura de Heather Phillipson, titulada “THE END”, es la última de una serie de obras de arte contemporáneas que se exhiben en el lugar en las últimas dos décadas.
Phillipson dijo a Reuters que se le ocurrió la idea para la obra en 2016, cuando Gran Bretaña acababa de votar para abandonar la Unión Europea y Donald Trump estaba haciendo campaña para la presidencia de Estados Unidos.
“La crema es esta sustancia ligeramente imposible cuando está mojada, está llena de aire, por lo que siempre está al borde del colapso, que es un estado en el que sentí que estábamos”, evocó la artista. Agregó que algunos de esos sentimientos inquietantes se habían agudizado por eventos recientes como la pandemia de coronavirus.
La escultura representa una mosca que se arrastra por el costado de un enorme remolino de crema, coronado por una cereza gigante sobre la que descansa un dron. La cámara del dron transmite imágenes en vivo de una pequeña porción de Trafalgar Square a la página web http://www.theend.today.
Con más de 9 metros de altura, THE END es la obra más alta que se haya exhibido hasta la fecha en el plinto. Phillipson comentó que quería que el tallo de la cereza fuera muy alto para rivalizar con la Columna de Nelson, la pieza central de la plaza.
La artista dijo que asistió tanto a festivales como a marchas de protesta en Trafalgar Square y que a menudo camina por la plaza en su vida cotidiana, y que quería reflejar esas dimensiones diferentes en su escultura.
“En cierto modo habla de ideas de celebración, pero también de algo muy incómodo al mismo tiempo. Ya sabes, hay algo potencialmente explotando”, expresó.
La presentación de la obra se demoró cuatro meses debido al impacto del brote de coronavirus. Seguirá en exhibición hasta la primavera boreal de 2022.
El plinto en la esquina noroeste de la plaza ubicada en el centro de Londres estuvo vacío durante más de 150 años, después de que se agotaron los fondos para erigir una estatua ecuestre como se planteó originalmente. Reuters