Las estructuras de los tres gimnasios verticales ubicados en las parroquias La Guaira, Urimare y Catia La Mar podrían abrir sus puertas, pero no para el uso deportivo o de alguna misión social del gobierno de Nicolás Maduro, sino más bien para ser un espacio que reciba a venezolanos retornados o pacientes positivos al COVID-19.
Por Nadeska Noriega / elpitazo.net
Las estructuras fueron inspeccionadas la tarde de este miércoles, 29 de julio, de acuerdo a información publicada en la cuenta de la red social Instagram de la gobernación del estado Vargas @gob_laguaira. La visita estuvo encabezada por el secretario ejecutivo de la Comisión Presidencial del Movimiento Paz y Vida, Alexander “Minou” Vargas, y el secretario de Gobierno regional, José Manuel Suárez.
De acuerdo a la información institucional los gimnasios verticales, cuya construcción fue iniciada en el año 2013 y en el litoral central permanecían cerrados con cadenas y con puertas clausuradas con puntos de soldadura, podrían convertirse en Puesto de Atención Social Integral (Pasi), instancias que el gobierno de Nicolás Maduro ha creado para atender a los retornados a suelo venezolano en medio de la pandemia y a casos comunitarios positivos a pruebas rápidas para detectar el COVID-19.
“Realizamos una inspección a estas estructuras, pues el gobierno de mi general Jorge García Carneiro quiere contar con espacios óptimos para recibir a los connacionales o darles atención a nuestros hermanos y hermanas que resulten contagiados con el coronavirus. Tras esta inspección se hará una evaluación, de acuerdo a las necesidades que se presenten y cómo se desarrolle la pandemia en La Guaira”, explicó Suárez, vía telefónica, al ser consultado por El Pitazo.
Sobre el estado de la estructura, por ser un cuerpo metálico que de manera externa muestra deterioro por el abandono y el salitre, Suárez no quiso ofrecer detalles.
Los gimnasios verticales en Vargas forman parte de las obras inconclusas que firmas como Fondo Global de Construcción y Estructuras Metálicas Modernas dejaron en el litoral venezolano. Estas empresas están relacionadas con el empresario colombiano Alex Saab, señalado como presunto testaferro de Nicolás Maduro y actualmente preso en Cabo Verde.