Francia y Alemania abandonaron las conversaciones sobre la reforma de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras los intentos de EE.UU. de liderar el proceso a pesar de su decisión de abandonar el organismo, informa en exclusiva Reuters, citando fuentes cercanas al tema.
A inicios de julio, el Congreso estadounidense recibió la notificación de que el presidente Donald Trump había retirado oficialmente al país de la OMS. El mandatario acusó a la agencia de la ONU de “encubrir la propagación del coronavirus” y ser una “marioneta de China”, delaciones que fueron rechazadas por el organismo y la UE.
Con este antecedente, tanto el Ministerio de Salud alemán como el francés confirmaron a la agencia de noticias que los dos países se oponían a que Washington tome el control de las conversaciones. Asimismo, un portavoz del Gobierno italiano aseguró que el documento de reforma todavía estaba en marcha, pero la posición de Roma estaba alineada con París y Berlín.
Hoja de ruta del G7
“Nadie quiere verse arrastrado a un proceso de reforma y obtener un esquema de un país que acaba de dejar la OMS”, declaró un alto funcionario europeo involucrado en las negociaciones. El G7 ha estado trabajando en una propuesta para reorganizar la agencia, que posteriormente deberá ser aprobada por el G20 y la ONU.
Por su parte, un representante estadounidense aseguró que “todos los miembros del G7 apoyaron explícitamente la esencia de las ideas de reforma”. Sin embargo, lamentó que Alemania y Francia “finalmente decidieran no unirse al grupo para respaldar la hoja de ruta”.
Aunque no se precisaron más detalles sobre los cambios que propone Washington, una de las personas involucradas en las conversaciones describió la hoja de ruta inicial como “grosera”, y a pesar de que se han realizado algunos cambios, continúa siendo inaceptable para sus detractores.