La tragedia empezó el viernes 7 de agosto en horas de la tarde. Luego de una semana hospitalizado en la Emergencia del Seguro Social Pastor Oropeza a los padres de un niño, de sólo cinco meses de edad, les comunicaron que había muerto. El acta de defunción decía que la intoxicación por una bebida casera (guarapo) había sido la causa; sin embargo, todo el mundo en la familia sabía que eso era una artimaña de la institución para justificar la desatención a la que se vio sometido el pequeño.
Por Osman Rojas D. | LA PRENSA DE LARA
En medio del dolor la familia trató de retirar el cuerpo del niño. Los retardos burocráticos que son generados por la pandemia (el personal administrativo trabaja hasta el mediodía) hizo que fuera imposible sacar el cuerpo el viernes, pero el sábado en la mañana, los parientes a primera hora se dirigieron para la morgue del Pastor Oropeza. Allí recibieron una noticia tan desalentadora como la que le dieron el viernes por la tarde: el cuerpo del pequeño no aparece.
Desesperados, los familiares empezaron a moverse. En la morgue de la institución los trabajadores pidieron paciencia y un lapso de 15 días para ver si el niño aparecía, pero esta propuesta no fue ni siquiera evaluada por los padres quienes, exigieron una respuesta inmediata por parte de las autoridades del centro médico.
“Lo que más nos indignó fue cuando pidieron 15 días para buscar al niño. Pedíamos una respuesta que no nos daban”, comenta la señora Nexy Torres, tía del pequeño.
Torres comenta que el desespero fue tal que la familia empezó a buscar ayuda por todos lados. Un amigo de la familia, que es integrante de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se acercó al lugar para ver qué era lo que estaba pasando y fue allí cuando todo el personal se activó. Familiares, trabajadores de limpieza, vigilantes y milicianos, iniciaron la búsqueda desesperada del niño.
Con el pasar de los minutos, la angustia se hacía más grande y la búsqueda más intensa. Un trabajador de la institución recordó que, en muchas ocasiones, los desechos biológicos son tirados en un contenedor de basura que está en la parte final del estacionamiento, donde quedaban la antigua morgue.
Luego de la revelación del hombre, un grupo de personas se fue hasta allá. Con la ansiedad de quien busca un tesoro enterrado, los familiares se asomaron al contenedor y vieron que, dentro de una caja CLAP, estaba envuelto en una manta azul algo que parecía ser un cuerpo. “Es él”, dijeron los familiares quienes recuperaron el alma cuando encontraron el cadáver.
“Lo confundimos con una pierna”, fue la vaga explicación que dieron los trabajadores de la morgue a los familiares. “Mi sobrino ingresó al Seguro Social por una diarrea aguda. Lo dejaron morir y no conforme con eso habían perdido el cuerpo. El llamado que nosotros hacemos a las autoridades es para que vayan y vean qué es lo que está pasando allí”, decía Torres.
Afortunadamente la familia pudo darle cristiana sepultura al niño; sin embargo lo ocurrido dentro del Seguro Social es algo que nadie en la institución pudo responder. ¿Cómo se pierde un cuerpo? y si habrá sanciones para las personas que estaban trabajando ese día en el centro médico son interrogantes que los familiares buscan resolver.
El equipo periodístico del diario LA PRENSA intentó conversar con las autoridades sanitarias en la región para que explicaran el porqué de esta situación, pero los esfuerzos fueron inútiles, pues no hubo manera de contactar con el doctor Javier Cabrera, secretario de Salud de la Gobernación del estado Lara.
¿Hubo confusión?
A los familiares del niño extraviado les dijeron que habían confundido el cuerpo del pequeño con una pierna amputada. Aunque el tamaño y la forma del bulto pudiera dar la sensación de estar frente a una extremidad las disculpas ofrecidas por el personal de la institución sonaron más a excusas que a justificación, pues los padres no se terminan de creer el cuento.
En el supuesto caso que dentro de la institución hayan confundido el cadáver con una pierna dentro de la institución se violaron normas básicas de higiene. Primero, una parte amputada del cuerpo (sea por lo que sea) debe ser considerado un desecho biológico. Eso compromete a la institución a resguardar estas partes en bolsas especiales que luego son recogidas para ser incineradas.
¿Cómo son resguardadas estas partes? La Organización Mundial para la Salud (OMS) explica que estos desechos deben estar aislados y en espacios donde no generen contaminación. Dentro del Seguro Social metieron el envoltorio dentro de una caja Clap lo que podría ser considerado como una falta grave a este protocolo.
Otra de las cosas que generan suspicacia a la familia es cómo nadie se dio cuenta de que estaban sacando un cuerpo de morgue. Al día de hoy, cinco días después de lo sucedido, nadie ha dado respuesta a la familia por el despiste que ocurrió en morgue y que generó desesperación, angustia y dolor a toda una familia que, 24 horas antes, había despedido a uno de sus integrantes más jóvenes.
Hubo mala praxis
En el Seguro Social dejaron morir al niño. Esa es la sensación generalizada que tienen todos los integrantes de la familia Torres al repasar todo lo sucedido con el infante en la Emergencia del Seguro Social. Los familiares recuerdan con tristeza cómo, durante poco más de una semana, al bebé apenas si lo atendieron.
Tan mal atendido fue el niño dentro de la institución que, durante varios días, el niño no recibió tratamiento de forma correcta pues no supieron agarrarle la vía central y el medicamento corría por su piel.