El coronavirus hace estragos en el régimen de Maduro, con nuevos casos positivos

El coronavirus hace estragos en el régimen de Maduro, con nuevos casos positivos

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La pandemia del coronavirus está creciendo a un ritmo acelerado en Venezuela. Ayer se registró, por tercer día consecutivo, una nueva cifra récord de infectados por encima de los mil contagios diarios, que han dejado colapsados los paupérrimos hospitales nacionales. Tras cumplirse cinco meses de que se detectó el primer positivo, ya son más de 29.000 contagiados y 247 fallecidos en el país sudamericano, según informó la vicepresidenta chavista, Delcy Rodríguez.

Por Ludmila Vinogradoff / abc.es





La lista de los altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro contagiados por coronavirus sigue sumando personalidades. El ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, responsable de los reportes diarios del Covid-19, informó ayer que dio positivo por el virus. En su cuenta de Twitter, el hermano de la vicepresidenta chavista, manifestó que «he recibido el diagnóstico de infección por Covid-19» y que se encontraba «en buenas condiciones», pero que de igual forma «debo cumplir con el aislamiento y los cuidados necesarios a fin de superar el cuadro viral».

A quien presúntamente habría golpeado fuertemente el virus es al número dos del régimen y presidente de la Constituyente, Diosdado Cabello, que tuvo que ser asistido por un respirador artificial, ya que «no podía respirar por sus propios medios», informó hace una semana el periódico El Nuevo Herald, citando fuentes cercanas a Cabello. El ministro de Petróleo Tareck el Aissami y el gobernador de Miranda, Hector Rodríguez, forman parte de la decena de funcionarios que también han contraído el virus.

En estado catatónico

El Covid-19 está golpeando por todos los flancos al Gobierno de Venezuela. El mes pasado Vladimir Padrino, ministro de la Defensa, alertó de los contagios en los cuarteles del Ejército venezolano. Y más tarde, la televisión estatal del régimen de Maduro, Venezolana de Televisión (VTV), reportó al menos medio centenar de trabajadores, incluido su presidente, positivos.

En pleno auge de contagios, el sistema de salud ya está a su nivel máximo, lo que viene a sumarse a la crisis económica y social donde el 80,3% de la población tiene problemas de alimentación, lo que empuja a los ciudadanos a buscar comida y atención médica desafiando las restricciones y el confinamiento flexible impuesto por Maduro.

«Prefiero morirme del Covid que de hambre», dicen en las colas de los mercados los venezolanos despreocupados por los contagios.

La Asamblea Nacional que dirige Juan Guaidó, publica a diario la Encuesta de Crisis, y la de ayer mostró particularmente datos socio económicos espeluznantes sobre la tragedia nacional. El país se encuentra en un estado catatónico desde el 13 de marzo cuando Maduro declaró el estado de alerta prolongado e indefinido por la pandemia. La parálisis económica, bancaria e institucional es general, las notarías y registros permanecen cerrados y continuarán así hasta diciembre. Solo el 13,6 % de los comercios está abierto.

Hay fallas en el suministros de productos por la falta de gasolina y transporte lo que empeora el desabastecimiento, agudiza la escasez y dispara la inflación de los productos haciéndolos inaccesibles por el bajo salario de 1,5 dólares que tiene la mayoría de los venezolanos. En lo que va de año la inflación desatada de 340% sube por el ascensor mientras los salarios de 60% por la escalera.

Además la falta de agua, gas y la luz afecta al 70% de los venezolanos. Sobre el salario y el poder adquisitivo, la Encuesta de Crisis manifiesta que el 84,4% de los venezolanos no tiene ningún tipo de recursos o ahorros que les permita cubrir un mes más durante esta emergencia nacional.

Colapso de los hospitales

Los pacientes deambulan de centro en centro por el cierre de hospitales y la falta de camas, UCI, material bioseguridad y pruebas rápidas. Los médicos y enfermeras son los primeros afectados. Hay más de 60 sanitarios fallecidos, el 25% de muertes registradas, el más alto de la región, según el médico y diputado en el exilio, José Manuel Olivares. Mientras tanto, el régimen solo reconoce 10 médicos muertos.

La doctora Yanitza Quintero ha vivido en carne propia el calvario que sufren los contagiados cuando deambulan infructuosamente de un lado a otro para ser atendidos. Su recorrido por el oeste de Caracas, como Catia y Propatria, bastiones chavistas, la llevó por cinco centros de salud públicos, entre hospitales centinela y Centros de Diagnóstico Integral (CDI), algunos de ellos atendidos por cubanos, en los que le dieron un portazo a su familiar con síntomas porque no tenían cama disponible ni material de pruebas rápidas PCR para ser evaluado.

Otro caso reportado como el de María Genoveva Guerrero Ramos, ingresada en el CDI de Montalbán, Caracas, donde los contagiados «no reciben atención médica y están en condiciones de hacinamiento grave, debido a que duermen en sillas», denunció el político Tomás Guanipa en las redes sociales.