Las operaciones de extracción, manejo y procesamiento de crudo y gas son operaciones de alta complejidad técnica, que si no son manejadas adecuadamente conducen a incidentes y accidentes que pueden ocasionar lesiones, fatalidades y/o daños severos a la infraestructura e instalaciones; en muchas ocasiones, los efectos pueden extenderse fuera del ámbito operativo al entorno y a ecosistemas sensibles.
Por: CCN
Estos riesgos operativos hacen imprescindible, el cumplimiento estricto de protocolos de seguridad, mantenimiento preventivo y correctivo, así como también la activación inmediata de planes de contingencia establecidos para afrontar las emergencias.
En los últimos 18 años, estos principios y normas establecidas han sido quebrantados por PDVSA de manera repetida, lo cual se ha traducido en pérdida de capacidad de producción y en el inocultable deterioro y colapso del sistema de refinación nacional, además del colapso de toda la cadena de valor de esa industria. A ello se le une la ocurrencia de innumerables accidentes que han dejado un considerable número de víctimas, tanto de trabajadores como de ciudadanos ajenos a la operación del sector, causando, causando severos daños ambientales. Entre otros eventos señalamos:
I. En Cabimas, estado Zulia se reporta que, desde el 27/07 hay presencia de crudo de origen no precisado en el casco central de esta ciudad que las lluvias arrastraron. El contaminante afectó gran cantidad de viviendas y vecinos, en áreas como el Centro Comercial La Fuente, y casas en la Calle Los Cocos y la avenida Principal de Cabimas.
II. En Dación, campo operacional ubicado dentro de la división Ayacucho, cerca de San Tomé, al sur del estado Anzoátegui, desde hace más de tres meses, hay crudo escapando de un oleoducto que cae a las aguas del rio Aribi, y que afecta a más de 40 productores de la zona.
III. En Barbacoas, localidad del municipio Simón Bolívar, estado Anzoátegui, ubicado a unos 15 kms de Barcelona, se informó el pasado sábado 08 de agosto sobre una fuga de crudo liviano derramado del oleoducto de 16 pulgadas, afectando a esta comunidad y fincas productoras de la zona.
Dentro del desastroso panorama en que se ha convertido la industria petrolera venezolana, en particular en lo que se refiere a la seguridad y el ambiente, queremos enfatizar la magnitud y afectación de un accidente específico: el pasado sábado primero de agosto, se reportó un importante derrame de crudo en la zona de Puerto Cabello, Boca de Aroa y Tucacas, el cual avanzaba hacia el Parque Nacional Morrocoy, en Golfo Triste, estado Falcón. Se pudo apreciar, por imágenes de satélite, una mancha grande que llegaba a la orilla y que se movía evidentemente por los patrones de las corrientes marinas este-oeste imperantes en la zona.
Aunque la fecha inicial de ocurrencia no está del todo precisada, este derrame provenía de la refinería El Palito, y aunque tampoco existe una versión confirmada, todo parece indicar que se originó en el desbordamiento de la laguna de residuos o fosa de desechos de esa instalación petrolera.
Expertos en contingencias de derrames estiman que, por la extensión superficial de las manchas de aciete, satelitalmente observadas, y sus patrones de coloración, indicadores del espesor de las mismas, este derrame pudo llegar a unos 20.000 barriles de crudo.
Es triste y lamentable, pero para nada inesperado, que este derrame haya penetrado al Parque Nacional Morrocoy: el ecosistema Coralino y de Manglares Costero más importante del país. Se contaminaron los manglares de la boca de Los Juanes y Cayo Sombrero. Adicionalmente, hay un impacto importante y doloroso para economía de la zona, relacionada con la pesca artesanal, la cosecha de ostra de mangle y el turismo.
Este un evento inexcusable, producto de la irresponsabilidad social y ecológica de la PDVSA que gestiona el régimen de Maduro, así como también de las autoridades ambientales.
Estimamos conducente que se abra una investigación a fondo de este derrame y tantos otros eventos contaminantes que han ocurrido en los últimos dieciocho años y que constituyen una flagrante violación a la ley Penal del Ambiente.
No podemos dejar de mencionar otras importantes agresiones contra el medio ambiente donde se evidencia la misma negligencia criminal que opera contra el ambiente y el patrimonio de los ciudadanos venezolanos. La lista de transgresiones incluye: la contaminación del Lago de Maracaibo; el ecocidio ambiental en el Arco Minero del Orinoco; el derrame de crudo Furrial en el río Guarapiche; la considerable emisión de gases de invernadero que ocurre al norte de los estados Monagas y Anzoátegui; la importante acumulación de Coque en el complejo mejorador de Jose, estado Anzoátegui, por tan solo mencionar algunos de los casos más relevantes.
Nuestro mensaje está orientado a transmitir la importancia vital que tiene la preservación, recuperación y mejoramiento de nuestro medio ambiente. Algo medular para la recuperación de la salud de la nación. Saludamos por ello la iniciativa de la Asamblea Nacional de investigar el tema de conservación del ambiente y las reiteradas violaciones a las leyes, la Constitución y tratados internacionales sobre el tema. Quedamos a la orden de la Comisión de Ambiente Recursos Naturales y Cambio Climático, además de la Comisión de Energía y Petróleo de la Asamblea para contribuir a adelantar estas investigaciones.
Esta es una prueba más de la necesidad de trabajar por un cambio político que le permita a Venezuela, y en este caso a su naturaleza, restañar sus heridas y evolucionar hacia la modernidad perdida.
La junta administradora ad hoc de PDVSA fija posición ante la cadena de eventos de deterioro del medio ambiente ocurridos en Venezuela producto de la inoperancia de la industria petrolera.#COMUNICADO pic.twitter.com/JW24PuI9ql
— PDVSA AD HOC OFICIAL (@PDVSA_AdHoc) August 15, 2020