El gobierno de la isla caribeña Bonaire ordenó a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) vaciar los tanques y oleoductos en su terminal BOPEC de 10 millones de barriles, debido a riesgos ambientales.
En un comunicado del miércoles, la Inspectoría de Medio Ambiente y Transporte (ILT) de Bonaire dijo que PDVSA no había realizado proyectos de mantenimiento en los últimos años por la falta de financiamiento, lo que genera un riesgo de fugas.
“El ILT considera esto inaceptable y está tomando las medidas necesarias para eliminar riesgos”, dijo el organismo.
PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios.
La medida es el último golpe a la red de refinación y logística de petróleo de PDVSA en las islas del Caribe holandés frente a la costa de Venezuela. El contrato de la compañía para operar la refinería Isla de Curazao expiró y el gobierno de Aruba tomó el control de la refinería, que estaba a cargo de la filial de PDVSA, Citgo.
Venezuela sufre una recesión económica desde hace seis años. La producción de crudo de PDVSA se ha desplomado, al tiempo que ha recortado la inversión en sus activos en el extranjero.
ILT dijo que había cinco tanques en la terminal llenos de fuel oil, y que BOPEC informó en julio que el techo flotante de un tanque tenía una fuga, lo que podría causar un derrame en caso de fuertes lluvias. Agregó que los muelles de la terminal estaban en tan mal estado que los barcos no podían cargar ni descargar petróleo.
A principios de este año, Refinería di Kursou (RdK), la empresa estatal de Curazao propietaria de la refinería Isla de 335.000 barriles por día (bpd), trató de incautar BOPEC con la intención de venderlo para cobrar la deuda de PDVSA. Reuters