El lunes por la mañana comenzó mal para James Manning y su esposa, Victoria Bunton.
Por People
Después de despertarse juntos, la pareja de Dallas comenzó a discutir en su apartamento alrededor de las 10 am porque, según una orden de arresto, Manning tenía dolor de cabeza y dijo que su esposa y los dos hijos de la pareja, de 13 y 16 años, “estaban hablando demasiado”.
Durante la discusión, Manning, de 57 años, quien inicialmente fue identificado por la policía como James Webb, un nombre que las autoridades corrigieron durante una comparecencia ante el tribunal, supuestamente agarró una pistola y le disparó a su esposa de 35 años al menos dos veces, matándola. .
Luego presuntamente disparó a los niños, Zyquon e Isaach, matándolos.
Después de una hora, se comunicó con el 911 a través de su dispositivo de alerta médica “y les dijo lo que hizo”, dice la orden.
La policía llegó y detuvo a Manning, donde accedió a ser entrevistado sin la presencia de un abogado.
“El sospechoso dijo que estaba cansado de que las tres víctimas le gritaran y le dijeran que no le pasaba nada, así que les disparó”, según la orden de arresto.
La policía dijo que Manning supuestamente confirmó los detalles descubiertos en la escena del tiroteo y les dijo dónde encontrar el arma que usó.
Enfrentando un cargo de asesinato capital, está detenido con una fianza de $ 3 millones en la cárcel del condado de Dallas. No se pudo determinar de inmediato si tenía un abogado o se había declarado culpable.
“Este es un incidente horrible”, dijo el subjefe Reuben Ramírez a los medios de comunicación en una conferencia de prensa, informa el KDFW. “Nuestros corazones están con todos los afectados por esto”.
La hermana de Bunton, Barbara McGee, le dijo a KDFW: “No hay ninguna razón por la que alguien quiera hacerle daño, porque era una buena persona”.
Los miembros de la familia de Bunton le dijeron al medio que creían que ella estaba tratando de proteger a sus hijos de cualquier daño, y que aunque nunca habían presenciado la amenaza de Manning, a menudo parecía distante.
“Siempre se quedaba en el auto… Trataba de darle la bienvenida, pero había algo extraño en él”, dijo McGee. “No nos hablaba ni nada”.
Un vecino, el juez Johnson, le dijo al canal de televisión que ella y su hija, Sylvia, vieron juntos la barbacoa familiar y que los niños, que jugaban al fútbol con los vecinos, una vez se ofrecieron a ayudar a sacar la basura.
“Los conozco desde hace dos años, yendo con su mamá al supermercado, ayudándoles con los comestibles, subiendo al autobús escolar”, dijo.
Sylvia agregó: “No les hablé tanto. Pero cuando salía, hablaban. No pasaban por delante de mí. Me decían ‘hey'”.
Otra vecina, Chanel Lockhart, le dijo a KDFW que vivía al otro lado del pasillo de la familia.
“La última vez que vi [a Bunton], estaba sacando las compras del auto y los niños la estaban ayudando. Nunca pensarías que haría eso. Y ella tenía corazón. Ella era tan dulce con todos”, dijo Lockhart.
“Nunca pensarías que un día llamaría y diría que mató a sus hijos”.