Los “Football Leaks” son “un motivo de orgullo y no de vergüenza”, afirmó este viernes en la apertura de su proceso en Lisboa Rui Pinto, fuente de las revelaciones que han sacudido el mundo del fútbol-business.
“Estaba indignado por lo que descubrí y decidí hacerlo público”, dijo este portugués de 31 años en una breve declaración inicial tras la apertura de la audiencia.
“Mi trabajo de lanzador de alerta se ha terminado (…) No hice nunca nada por dinero”, añadió.
Los “Football Leaks”, literalmente fugas del fútbol, pusieron luz a mecanismos de evasión fiscal, sospechas de fraude y de corrupción, cuestionando a varios jugadores y dirigentes de clubes.
En el curso de un proceso que podría durar varios meses, Rui Pinto debe responder a 90 causas, incluidas una serie de delitos informáticos y de violación de correspondencia.
También está acusado de tentativa de extorsión contra el fondo de inversión Doyen Sports, que desencadenó este asunto presentando una denuncia en octubre de 2015.
En Portugal, el delito de tentativa de extorsión puede acarrear una pena de entre 2 años y 5 meses y 10 años de prisión.
Los abogados del “hacker”, que lo describen desde el primer momento como “un gran lanzador de alerta europeo”, llamarán a 45 testigos, entre ellos Edward Snowden, que trabajó para los servicios de información estadounidenses, acusado de espionaje, o la exjueza financiera francesa Eva Joly.
Tras su extradición desde Hungría, donde vivía durante su detención en enero de 2019, y un año pasado en detención provisional en Portugal, Rui Pinto decidió cooperar con la justicia de su país en otros casos y posee un estatus de testigo protegido.
AFP