El proyecto de Chávez y Maduro consiste en demoler la institucionalidad del estado sin importar que ello suponga el caos, lo lograron con la Fuerza Armada, el TSJ, el CNE, la Contraloría, la Fiscalía, PDVSA, Banco Central y muchos otros organismos que fueron secuestrados, desguazados, deslegitimados y puestos al servicio de una élite que se ha aprovechado sin mesura de los recursos y el abuso de poder para quebrar al país.
La única institución que resiste y queda con legitimidad en Venezuela es la Asamblea Nacional, los diputados opositores que tienen claro la importancia de preservar la institucionalidad como trinchera de lucha democrática, han sufrido agresiones, detenciones, cárcel y exilio, unos pocos saltaron la talanquera, pero la mayoría se mantiene firme declarando la ilegitimidad de Maduro, el nombramiento de los rectores del CNE, las modificaciones a la ley electoral y por supuesto la negativa a participar en unas elecciones parlamentarias que tienen como objetivo montar una Asamblea Nacional sumisa a Maduro con una oposición fiel como contrapeso falso.
La oposición democrática intentó en vano llegar a un acuerdo con Maduro para la realización de unas elecciones presidenciales legitimas y unas parlamentarias, el punto más importante fue siempre el nombramiento del CNE por la Asamblea Nacional con participación de todos los factores como corresponde, eso no fue posible, las negociaciones fracasaron porque el gobierno un día decía que si y al otro que no, lo que demuestra que lo que buscaban era ganar tiempo sin intención ninguna de reconocer a la Asamblea ni encontrarle solución a la crisis política por la vía democrática.
El Presidente de la Asamblea no la tiene fácil pero Maduro tampoco, a la oposición se le exige que construya una estrategia de unidad en la diversidad para enfrentar al régimen y responde con el “Pacto Unitario” que es un acercamiento, un dialogo, un escucharse sin distancias, de organizaciones políticas con distintos gremios, universidades, ONG y sectores organizados que participan en distintas causas que van desde los derechos de la mujer hasta las cooperativas agrarias, un universo de relatos que si se juntan tendremos país.