La reacción de los venezolanos tras la reciente tragedia del Limón está lejos de asimilarse a la que tendría un pueblo resignado y destruido moralmente. He podido ver no solo el espíritu de una comunidad profundamente abatida por el drama que significa perderlo todo en Venezuela, levantarse con la gallardía de quien no se rinde y empezar la reconstrucción el día siguiente que una corriente de piedra y lodo sepultó años de trabajo y esfuerzo. He visto también una inmensa solidaridad de los venezolanos fuera y dentro del país con sus pares, donar a quién más lo necesita en momentos donde nada sobra y falta todo es más que admirable.
Ver eso me hace pensar en el momento en el que todo esto acabe. Habrá quienes no quieran ver ese día, pero sepan que inevitablemente llegará. Ese día todos pondremos lo mejor de nosotros para empezar la reconstrucción, sin duda ese será un trabajo extenuante, difícil y lleno de sacrificios, pero que haremos convencidos que el futuro será nuestro y que nunca nadie más nos los robara. Los venezolanos también vamos a limpiar nuestra gran casa y construiremos los muros de contención más fuertes que jamás hayamos construido para que NUNCA más el odio y resentimiento entre en nuestros hogares para acabar con todo. Ese muro no será otro que la memoria colectiva de lo vivido, recordar siempre para no volver a repetir lo que se conoció como chavismo.
@Brianfincheltub