Con la salida de las tres primeras estrellas del viernes, el mundo judío celebra Rosh Hashaná, el comienzo del año 5781.
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El 1º de tishrei recuerda la aparición del primer hombre, Adán, en el sexto día de la Creación.
También es Iom Hadín (Día del Juicio), durante el cual D’s evalúa a todas Sus criaturas, si bien Su veredicto recién se rubrica con la culminación de Iom Kipur (Día del Perdón), señala el portal Itongadol
Por ello, el arrepentimiento por los pecados y malas acciones o decisiones son una constante desde este mes, elul, cuando se comienza el Jeshbón Hanéfesh (balance espiritual) y se recitan las Slijot (disculpas).
Además, como en todo año nuevo, se expresan plegarias y deseos para un 5780 mejor y se saluda de diversas formas, pero con el mismo fin: “¡Shaná tová!” (Buen año), “¡Shaná tová umetuká!” (Un año bueno y dulce) o “¡Leshaná tová tikatevu vetejatemu!” (Por un buen año, en el que seamos inscriptos y rubricados -en el Libro de la Vida y otras bendiciones-), entre otros.
Esta festividad también se denomina “Iom Truá”, el día del toque del shofar (tradicional cuerno de carnero) durante el servicio religioso, y los 29 días previos, que es un llamado a la humildad, la reflexión y el arrepentimiento.
Otra costumbre es la familiar cena festiva, que incluye el encendido de las velas de Iom Tov (festividad), previo al comienzo de Rosh Hashaná, y símbolos culinarios como la jalá agulá (pan trenzado redondo, como el ciclo anual), la cabeza de pescado (literalmente, “Rosh” significa cabeza; entre los sefaradíes se suele usar cordero y pedir “estar a la cabeza y no a la cola”), manzana con miel y tortas (por un año dulce).
El pescado también se come en forma de guefilte fish, con zanahoria (en ídish se dice “mern”, aumentar, y remite a un deseo de multiplicación).
Las familias sefaradíes agregan dátiles, acelga y/o puerro, para espantar a los enemigos; zapallo, para anular malos designios; y porotos o granadas, para que se multipliquen los méritos.
Por el contrario, hay que abstenerse de las comidas agrias o amargas.
Este año, las familias de Israel y de distintas partes del mundo no podrán reunirse para celebrar, debido a las restricciones que la pandemia del coronavirus ha forzado imponer que, entre otras cosas, limitan las reuniones en espacios cerrados. También se imposibilitará la asistencia a las sinagogas para rezos masivos, que debido a las directrices impuestas para controlar los contagios estará también prohibido.
En la tarde del primer día (este año, el lunes) se acostumbra ir a una fuente de agua natural -lago, río o mar- para realizar el Tashlij, que simboliza el deshacerse de todos los pecados.
Rosh Hashaná integra, con Iom Kipur (Día del Perdón), los Iamim Noraím, “días terribles” por la seriedad y rigor del Juicio Divino, y los 10 días que van entre uno y otro son los Aséret Ieméi Teshuvá (Diez días de arrepentimiento).