El Gobierno interino de Bolivia expresó este lunes su disposición a colaborar con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico tras un informe estadounidense que cuestiona al país suramericano.
El ministro interino de Gobierno (Interior) de Bolivia, Arturo Murillo, manifestó que tiene previsto viajar en próximos días a Estados Unidos para avanzar en una cooperación mutua en la materia.
Murillo dijo a los medios en un acto en el oriente del país que su Gobierno encontró serias carencias en la lucha contra el narco cuando asumió el poder de forma interina en noviembre pasado, de las que culpó al anterior Ejecutivo de Evo Morales.
Aún así, el informe de Estados Unidos reconoce avances durante la gestión de la presidenta interina, Jeanine Áñez, subrayó.
El titular interino de Gobierno afirmó que el país requiere armamento, tecnología y capacitación para enfrentar el alto coste que conlleva combatir el tráfico de drogas, pues Bolivia es tanto productor de algunas de ellas, sobre todo cocaína, como un lugar de paso, entre Perú y Brasil principalmente.
Un memorándum enviado por el presidente estadounidense, Donald Trump, al secretario de Estado, Mike Pompeo, difundido el pasado viernes, identifica a 22 países como las principales rutas de tránsito de estupefacientes o de su producción ilícita.
En el caso de Bolivia asegura que con Áñez se ha “intensificado” la cooperación entre ambos países, pero son “insuficientes” las medidas para evitar el tráfico de cocaína.
“El cultivo de coca sigue superando los límites legales establecidos en las propias leyes internas de Bolivia para usos medicinales y tradicionales”, detalla el memorándum, que da un plazo de un año para que el país avance en la lucha contra el narcotráfico y se considere entonces su retirada de la lista de países que no cumplen.
La Oficina de la Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito señaló en su informe anual que los cultivos de coca en Bolivia aumentaron un 10 % en 2019 con relación al año anterior al pasar de 23.100 a 25.500 hectáreas.
EFE