Alejandro Freites es una figura establecida y muy conocida en el mundo del arte venezolano. Su labor en la Galería Freites, fundada en 1974, lo ha convertido en un eje motor de proyección del arte contemporáneo nacional e internacional en su mejor expresión. La Galería es símbolo de calidad y prestigio; los artistas representados sostienen trayectorias y aportes indiscutibles.
Su seriedad se encuentra avalada por 147 exposiciones de artistas que aportan elementos claves a la creación, como Alexander Calder, Arman, Archipenko, Henry Moore, Manolo Valdés, Jean Arp, Jacobo Borges, William Turnbull, Robert Indiana, Lynn Chadwick, Víctor Vasarely, Reg Butler, Fernando Botero, entre otros. Con la representación exclusiva de la obra de Baltasar Lobo, de quien se han realizado seis exposiciones y la reciente edición de un catálogo razonado de su obra.
Su experiencia despliega un enorme campo de interés por la manera cómo enfocó sus objetivos y por su aguda visión para destacar a los artistas importantes que constituyen referencias claves del arte contemporáneo. Pero esa trayectoria no abarca solamente el campo de la promoción de las artes y el reconocimiento a los artistas nacionales e internacionales, sino que Freites es una importante figura en la defensa de derechos civiles y los valores sociales, la democracia y las libertades en Venezuela.
—Sin duda, el actual proceso de pandemia ha modificado el funcionamiento de las galerías, los museos y centros de difusión de las artes ¿Cómo se han manifestado estos cambios en la Galería Freites?
—En la Galería Freites hemos diseñado estrategias significativas para afrontar los cambios drásticos que vivimos actualmente. Nuestros planes a futuro se mantienen, pero hemos aprendido diferentes modalidades de trabajo y desarrollamos nuevos proyectos. Fortalecemos el empleo de recursos on-line para proporcionar una información adecuada de nuestras actividades.
En este sentido, el contexto nos brinda claves importantes para generar innovadoras soluciones en los procesos de difusión de la obra de arte. Las estrategias de difusión y mercadeo on-line constituyen uno de los retos más significativos actualmente. Nos orientamos al diseño de una comunicación diaria, efectiva, a través de las redes sociales. Debemos asumirlo como un sistema que llegó para quedarse y eso se aprecia en la manera de enfocar las exposiciones y las actividades propias de nuestro espacio.
Trabajar con la creación exige siempre reinventarse, investigar, observar y manejar con sensibilidad los desafíos. En la Galería hemos asumido como lema #ElArteNoSeDetiene, porque los artistas siempre ofrecerán respuestas ante desafíos como el que nos ha tocado enfrentar actualmente.
El arte es lo que permanece. Sin el arte no sería posible conocer la historia: es el testimonio de lo que queda, las pirámides de Egipto, las catedrales góticas, la pintura… Por eso nuestro deber es responder con actividades y entusiasmo a esos retos. Por otra parte, las actividades propias de la circulación de la obra de arte tampoco se han detenido. Por ejemplo, el recurso de subastas on-line resulta muy eficiente. Y la relación con clientes y coleccionistas no ha quedado comprometida en estos tiempos porque siempre se llevará bajo un cuidadoso trato personal.
—¿Qué proyectos planifican y llevan a cabo actualmente? ¿Cuál será el destino de las exposiciones?
—Nuestro equipo prepara una intensa programación de documentales y videos. Hemos iniciado una colección documental con Baltasar Lobo y Pedro Fermín. Ahora se unen los de Jacobo Borges, Manolo Valdés, Santiago Cárdenas, Abigaíl Varela, Gaudí Esté, y se irán sumando muchos más. Las tecnologías digitales permiten grabar desde otros países y la comunicación hoy día tiene muchísimas vertientes. Igualmente mantenemos una comunicación activa a través de las redes sociales sobre la producción actual de nuestros artistas. La atención exclusiva a nuestros clientes se mantiene con el rigor y seriedad que nos caracteriza y estamos entusiasmados con los resultados.
Con respecto a las exposiciones, tan pronto como sea posible y se levanten ciertas restricciones, continuaremos con las exposiciones previstas, siguiendo una normativa adecuada a los requerimientos de seguridad sanitaria y prevención de la pandemia. El sistema expositivo también ha desarrollado vías alternativas que no necesariamente se limitan al recurso presencial. Aproximadamente a partir de noviembre, tendremos las muestras en físico y podrán ser visitadas; pero también serán difundidas a través de videos y sistemas digitales de recorrido virtual.
—¿Cuáles son las principales líneas de trabajo que lleva la Galería? ¿Se han modificado a raíz de la pandemia?
—Las líneas de trabajo que desarrollamos en la Galería se mantienen y desarrollan a profundidad. Nuestro perfil está orientado a la investigación y proyección de maestros influyentes en el arte contemporáneo. Este ha sido uno de los espacios pioneros en el país en promocionar movimientos fundacionales del siglo XX como la escultura inglesa. Gracias a la confianza que inspiramos a Baltasar Lobo, fuimos seleccionados por él como representante universal de su obra.
La Galería desarrolla proyectos de investigación y publicaciones no necesariamente ligados a una exposición, sino a eventos y publicaciones. Además del catálogo razonado de Lobo tenemos la investigación sobre los Mickey Mouse de Manolo Valdés, el Arte Contemporáneo en la Colección Otazu o El Bolívar de Torano de Tenerani que es el estudio específico de una pieza histórica.
Otra línea de trabajo es el estudio y la proyección de artistas que tuvieron un papel importante en la historia del arte venezolano del siglo XX. Es un grupo importante de paisajistas y figurativos como López Méndez, Tomás Golding, Vázquez Brito, Pedro Ángel González, Manuel Cabré, Héctor Poleo o Armando Barrios. Nuestro compromiso fundamental está vinculado con la creación artística y la cultura una vía de comunicación y transformación durante estas circunstancias inesperadas.
Nota de prensa