Se espera que el presidente Trump anuncie hoy que ha seleccionado a la jueza Amy Coney Barrett para ocupar el escaño de la Corte Suprema que dejó libre el fallecimiento del ícono liberal, la juez Ruth Bader Ginsburg.
Por nytimes.com
Con esa selección, se producirá una batalla partidista sobre una elección que remodelaría drásticamente el tribunal más alto del país. Esa batalla es en lo que Trump, quien está perdiendo ante el exvicepresidente Joseph R. Biden Jr. en casi todas las encuestas públicas, está depositando sus esperanzas en un cambio en el arco de la carrera de 2020.
Siempre existe la posibilidad, por pequeña que sea, de que el voluble Trump cambie de opinión en el último minuto antes del anuncio, programado actualmente para las 5 p.m. en la Casa Blanca. Pero los asesores de Trump dicen que no ha entrevistado a otro candidato esta semana. Y el juez Barrett, de 48 años, a quien Trump consideró en 2018 para reemplazar al juez retirado Anthony Kennedy, encaja en el molde del tipo de candidato que el presidente cree que atraerá a su base conservadora.
Eso no significa que el cálculo de Trump sea correcto. Varias personas cercanas al proceso dijeron que Trump no estaba escuchando los consejos de varias personas a las que considera jueza en Florida, Barbara Lagoa, quien fue confirmada en una votación bipartidista y que podría apelar a los votantes latinos que el presidente necesita.
Pero lo que hace el juez Barrett es satisfacer a los partidarios evangélicos cuya admiración anhela el presidente y a quienes Trump ha temido perder durante su mandato.
Y así comienzan semanas de debate sobre el candidato en una elección en la que Trump tiene pocas posibilidades de cambiar la dinámica.
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