Este martes 29 de septiembre unos 300,000 estudiantes neoyorquinos de Kínder hasta grado 8 que optaron por clases presenciales en medio de la pandemia del COVID-19, regresaron a sus escuelas, en lo que significó la segunda etapa del proceso de reapertura de los 1,800 centros educativos públicos que hay en la Gran Manzana.
Por: El Diario New York
Pero la emoción de los niños, quienes llegaron con máscaras y orientados por sus maestros para seguir de manera estricta normas de protección, se vio empañada tras conocerse que por primera vez desde junio, los casos de COVID-19 aumentaron en las últimas horas, lo que amenaza con volver a cerrar las escuelas.
El jueves está programada la última etapa del retorno a las aulas para los estudiantes de secundaria, que elevará la cifra de alumnos presenciales a 520,000 esta semana, más los 90,000 de pre-escolar que iniciaron el pasado 21 de septiembre.
A pesar de revelar que los nuevos contagios en el último día llegaron a 3.25%, dato preocupante no solo por una eventual propagación del virus, sino porque además de llegar a haber un promedio superior al 3% en casos positivos en la ciudad, en un total de 7 días, las escuelas tendrían que cerrar, el alcalde Bil de Blasio se mostró optimista, pero no descartó tomar medidas. +
“No habíamos visto un día como ese en mucho tiempo. No queremos ver días así… Obviamente, todo el mundo está preocupado”, dijo el Alcalde en su conferencia de prensa diaria. “Si alguna vez tuviéramos que decir, es hora de cerrar las escuelas, la forma más sencilla de decirlo es hasta que veamos que el promedio desciende por debajo del tres por ciento y estamos convencidos de que se mantendrá por debajo del tres por ciento”.
El Alacalde agregó: “Vamos a vigilar esa situación. Vamos a observar eso cuidadosamente durante los próximos días. Y diré que lo discutiremos públicamente cada mañana (…) Y si algo parece más problemático, hablaremos con el Estado y decidiremos juntos si es necesario hacer algún ajuste”.
El DOE se mantiene vigilante
El canciller de Educación, Richard Carranza también se mostró positivo sobre el futuro de las escuelas, y comentó que estarán muy vigilantes.
“Esta semana, los estudiantes de toda la ciudad de Nueva York entrarán en aulas seguras para recibir educación en persona e interactuar con sus maestros, compañeros y otras personas en experiencias cara a cara que nuestros niños se han perdido mucho y que son tan importantes para nuestros estudiantes, maestros y familias”, dijo el funcionario. “Estamos vigilando muy de cerca nuestros indicadores y no dudaremos en tomar medidas rápidas cuando sea necesario”.
Entre tanto, el gobernador Andrew Cuomo, a quien el Concejo de Supervisores y Administradores Escolares, (que representa a los directores de las 1,800 escuelas), pidió que asuma el control del sistema escolar de la ciudad ante la falta de confianza en el manejo que le ha dado De Blasio, dejó claro que si los contagios se disparan, cerrará las escuelas.
“Si esas escuelas no son seguras, no permitiré que funcionen. Punto”, dijo el mandatario estatal. “El Estado puede cerrar cualquier escuela en el estado de Nueva York (…) En la ciudad de Nueva York, en Buffalo, en Long Island, tienen mi palabra como padre, como ciudadano, como su representante, de que si una escuela no es segura, no permitiré que operen”.
Claudia Lizarazo, madre de un adolescente de 16 años de escuela secundaria, quien retomará sus lecciones presenciales el jueves, se mostró angustiada por los nuevos datos de contagios y dijo que ya no enviará a su hijo a clases en persona.
“Yo confío en el Alcalde, pero creo que no es coincidencia que justo una semana después de que se hayan abierto las escuelas, hayan subido los números, y preferiría que antes de que algo peor pase, el Alcalde se anticipara y dejara toda la enseñanza virtual, por el bienestar de todos”, dijo la madre venezolana.
El presidente de la Unión sindical de Maestros (UFT), Michael Mulgrew, dio un parte positivo a nivel general en el primer día de regreso a las aulas de los estudiantes de Kínder y primaria, pero advirtió que ante los indicios de aumento de casos en ciertas áreas, urge tomar medidas de acción inmediatas.
“La reapertura de hoy se desarrolló en gran parte sin incidentes, y en los casos en que hubo problemas, por ejemplo, seis escuelas no tenían una enfermera, pudimos resolverlos”, comentó el líder sindical, destacando que hay preocupación por el alza de casos en zonas específicas de la ciudad. “Le hemos informado a la ciudad que si las tasas de infección en estas áreas no se pueden contener y reducir rápidamente, la ciudad debe adoptar una estrategia para cerrar las instalaciones públicas, incluidas las más de 80 escuelas públicas, en estos vecindarios muy afectados. No podemos poner en riesgo a toda la ciudad permitiendo que aumenten las tasas de COVID”.