Más de 10 millones de niños de entre cinco y 14 años trabajan en India, en el campo o en las fábricas, limpiando las mesas de los restaurantes o lustrando zapatos. La situación se agravó con el coronavirus, que devastó la economía y obligó a cerrar las escuelas por varios meses.
Con las manos llenas de polvo y manchadas de pintura, Aakash parece estar perfectamente cómodo en un garaje de Nueva Delhi. Salvo porque él es menor de edad, es uno de los millones de niños forzados a trabajar en India.
La AFP acompañó a la organización india Bachpan Bachao Andolan (BBA), fundada por el premio nobel de la paz 2014 Kailash Satyarthi para luchar contra el trabajo infantil, en redadas junto a la policía de Nueva Delhi.
Syed Arshad Mehdi, militante de la organización desde hace 20 años, entró en la mañana del martes en el garaje para hacer salir de buena manera a Aakash (su nombre ha sido cambiado).
Al principio el adolescente se negaba a trabajar en el establecimiento. Pero Mehdi tomó sus manos para voltearlas y le dijo: “Mira, están llenas de pintura y de polvo”.
Además de Aakash se encontraron otros 11 niños que trabajan 16 horas diarias por un salario miserable, los que fueron llevados a la oficina del magistrado de distrito.
Tras hacerles exámenes médicos y un test de coronavirus y darles apoyo para reclamar el resto de su salario, serán reenviados a sus familias.
La ley prohíbe el trabajo de menores de 14 años y aquellos de entre 14 y 18 años no pueden hacerlo en actividades peligrosas, lo que incluye ciertos empleos dentro de la restauración.
BBA ubicó a 1.200 niños desde abril pero desde el inicio de la pandemia son cada vez más numerosos los que trabajan, explico a la AFP Dhananjay Tingal, director ejecutivo de la organización.
AFP