Invitar un café está dejando de ser una costumbre entre los venezolanos

Invitar un café está dejando de ser una costumbre entre los venezolanos

Para los venezolanos invitar una taza de café resulta la excusa perfecta para desconectarse, por unos minutos, de la jornada laboral, conversar con amigos, hacer nuevos amigos, hacer planes o simplemente para relajarse del día a día.

Por descifrado.com





Está tradicional costumbre está desapareciendo, no sólo por la pandemia que obliga el distanciamiento social, sino también como consecuencia de hiperinflación que ha elevado los precios del rubro hasta en 250%, mientras que los ingresos que recibe la población son cada vez menos.

Durante un recorrido realizado por el equipo de Descifrado por los establecimientos donde se ofrece café en barra, así como en abastos y supermercados del área metropolitana de Caracas se constató un aumento considerable del precio del café en sus diversas presentaciones.

Hasta este sábado en una panadería o cafetería un café negro pequeño puede costar desde 130 mil bolívares, mientras que un marrón grande o con leche se sitúa en 180 mil, y un saborizado (vainilla, chocolate, amareto), supera los 250 mil bolívares.

En los abastos y supermercados existe una amplia gama de café que va desde el molido tradicional, pasando por gourmet cuyos precios oscilan desde los 580 mil bolívares un empaque de 200 gramos hasta los Bs. 2 millones 350 mil, la presentación de 500 gramos del tipo gourmet.

Un kilo de café molido supera en la actualidad los cinco millones de bolívares ($10).

Saúl López, presidente de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos explica que una de las causas fundamentales del aumento en el precio el rubro es la falta de oferta, así como los costos del transporte de la cosecha, motivado a su vez a la crisis que existe con el combustible.

“En estos momentos los costos de producción del café se han incrementado e internacionalizado”, señaló.

Es por todas estas razones entre los venezolanos ya casi no se escucha la famosa frase, ¡ vamos a tomarnos un café, yo invito !