Según los informes, una familia de Arizona perdió ocho miembros por el coronavirus mientras su pequeña empresa cerró permanentemente bajo el bloqueo del estado.
Por New York Post
La familia Aguirre había pasado una década expandiendo Tamales y Tacos Puebla, un camión de comida y un negocio de catering que lanzaron por primera vez desde su camioneta en Phoenix, solo para que la empresa se retirara cuando el negocio se agotó en marzo, informó CNN .
“Mi cuenta corriente salió negativa”, dijo Ricardo Aguirre, de 42 años, a la estación. “Fue como, literalmente, una cuestión de segundos, cuando comencé a ver desaparecer mi sustento”.
Aguirre dijo que su familia había tratado de mantenerse a salvo, pero un miembro aún se enfermó el 1 de mayo.
El virus infeccioso luego rebotó en más y más miembros de su familia; su esposa, padres y dos de sus tres hijos contrajeron COVID-19.
Eventualmente, siete miembros de su familia extendida, además de su padre de 67 años, Jesús, fallecieron.
“No quiero llorar, porque sé que Dios tiene algo mejor para mí”, agregó Ricardo. “Me siento tan incompetente”.
Su madre, que fue intubada junto con su padre, se recuperó, pero aún sigue luchando contra problemas pulmonares persistentes.
“No está al 100 por ciento, está entre un 60 y un 65 por ciento mejor, pero está aquí”, dijo Aguirre a CNN.
Aguirre dijo que está explorando intentar reiniciar su negocio, pero le preocupa una segunda ola que podría traer otro bloqueo dañino. Su único punto positivo: él y su esposa esperan a su primera hija el próximo mes, que se llamará Guadalupe De Jesús.
“Estábamos preparadas para tener un nuevo bebé, porque sentíamos que estábamos preparadas económicamente y emocionalmente preparadas para cuidar a otro ser humano”, dijo Aguirre.
“Ahora, con esto sucediendo, le pido a Dios que me dé fuerzas para pasar otro día. Eso es todo lo que pido “.