Vittorio Raso, de 41 años, uno de los capos mafiosos italianos más buscados en España de los últimos tiempos, se ha esfumado después de haber sido detenido el pasado 10 de octubre en Barcelona. El supuesto cabecilla de la mafia calabresa, la ‘Ndrangheta, quedó en libertad tras declarar ante la Audiencia Nacional. El juzgado alega que en ese momento solo sabía que se le buscaba por extorsión, y no fue hasta dos horas después de ordenar su libertad que supo que era un capo mafioso. Fuentes policiales critican que el juzgado recibió un atestado policial, donde se explicaba quién era Raso, que acompañaba a la orden europea de detención emitida por Italia. El magistrado ha ordenado de nuevo arrestarle.
Por: El País
La detención de Raso fue ampliamente difundida por el departamento de prensa de la Policía Nacional el pasado 12 de octubre. En la nota enviada a los medios se hacía hincapié en que se trataba de un “destacado miembro de la ‘Ndrangheta”. En concreto, se definía a Raso como un vangelo: “figura destacada de la organización calabresa que desarrolla principalmente su actividad criminal a través del tráfico de drogas y de las armas”.
Al día siguiente, compareció por videoconferencia ante el magistrado Alejandro Abascal, juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional. En ese momento, la orden europea de detención emitida por Italia solo recogía el delito de extorsión, uno de los tres por los que se le buscaba, por lo que quedó en libertad con cargos, indica una portavoz de la Audiencia Nacional. Fuentes policiales insisten en que la detención de Raso iba acompañada de un atestado de más de tres páginas donde se detallaba las penas de 15 y 20 años que se le pedían por los delitos de extorsión, más la de 20 daños del delito de tráfico de drogas, todo como miembro de la ‘Ndrangheta.
Dos horas después de su puesta en libertad, la policía italiana amplió la información a través de la Oficina Sirene (un mecanismo entre estados para intercambiar datos) y envió el segundo documento que indicaba que a Raso se le buscaba también por tráfico de drogas como uno de los cabecillas de la ‘Ndrangheta. El magistrado activó entonces de nuevo el proceso de detención, pero Raso ya había salido de los calabozos de la Ciudad de la Justicia en Barcelona, desde donde declaró por videoconferencia, ante la estupefacción de la policía y las autoridades italianas.
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