Científicos del Instituto Politécnico Rensselaer (EE.UU.), en colaboración con la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Queen (Canadá), han encontrado rastros de que hace casi 3.000 millones de años una galaxia enana colisionó con el centro de la Vía Láctea. Los nuevos hallazgos, que allanan el camino para comprender mejor cómo ha evolucionado el universo, fueron publicados en Astrophysical Journal.
La colisión provocó la aparición de una serie de formaciones de estrellas en forma de concha en las cercanías de la constelación de Virgo. Este nuevo estudio ofrece la primera prueba de la presencia de las llamadas ‘estructuras de concha’ en nuestra galaxia, que consisten en planos curvos formados por estrellas cuando la galaxia enana pasaba varias veces cerca del centro de la Vía Láctea.
Estas estructuras se forman cuando una galaxia choca de frente con otra que es mucho más pequeña. A medida que la galaxia más pequeña se fusiona con la más grande, sus estrellas son atraídas por ‘fuerzas de marea’, formando finalmente un largo cordón de estrellas que se mueven al unísono dentro del halo de la galaxia y forman una curva suave alrededor de la galaxia. En otras galaxias es fácil detectarlas, y se planteó la hipótesis de que también existieran en la Vía Láctea.
Hace aproximadamente dos décadas, los astrónomos identificaron una densidad inusualmente alta de estrellas llamada la Sobredensidad de Virgo. Se reveló que algunas de estas estrellas se mueven hacia nosotros mientras que otras se alejan, algo que es inusual. Así, el año pasado los astrofísicos del Instituto Politécnico Rensselaer propusieron la idea de que la sobredensidad era el resultado de una fusión radial de galaxias, lo que han denominado la Fusión Radial de Virgo.
“Este grupo de estrellas mostraba muchas velocidades diferentes, lo cual era muy extraño. Pero ahora que vemos su movimiento en conjunto entendemos por qué las velocidades son diferentes y por qué se mueven de la forma en que lo hacen”, explica Heidi Jo Newberg, profesora de física y astronomía de Rensselaer, y una de las autoras principales del estudio.
Evidence of Broadside Collision With Dwarf Galaxy Discovered in Milky Way https://t.co/YLZD47y5ZE pic.twitter.com/310X7wOENT
— RPInews (@RPInews) October 20, 2020
El nuevo estudio identificó dos ‘estructuras de concha’ en la Sobredensidad de Virgo y dos en la región de la nube Hércules-Águila, gracias a los datos recogidos por el Sloan Digital Sky Survey, el telescopio espacial Gaia de la ESA y el telescopio LAMOST en China. El modelado informático de las ‘conchas’ y el movimiento de las estrellas indican que la galaxia enana pasó por primera vez por el centro galáctico de la Vía Láctea hace 2.700 millones de años.
“Hay otras galaxias, típicamente galaxias más esféricas, que tienen una ‘estructura de concha’ muy marcada, así que sabemos que estas cosas suceden, pero hemos mirado en la Vía Láctea y no hemos visto ‘conchas’ gigantes, realmente obvias. Y luego nos dimos cuenta de que es el mismo tipo de fusión lo que provoca estas grandes ‘conchas’. Simplemente se ve diferente porque, por un lado, estamos dentro de la Vía Láctea, por lo que tenemos una perspectiva diferente, y también esta es una galaxia de disco y no tenemos tantos ejemplos de ‘estructuras de concha’ en las galaxias de disco”, dice Thomas Donlon II, uno de los autores principales del nuevo estudio.
El investigador también publicó el video de una simulación de la Fusión Radial de Virgo y la formación de las ‘estructuras de concha’ estelares. “Colisiones como estas crean lo que se conoce como ‘conchas’ en el halo de la galaxia”, explicó.