Las mujeres siempre han estado ahí, por @ArmandoMartini

Las mujeres siempre han estado ahí, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

La historia de la mujer ha experimentado un auge extraordinario. La revisión historiográfica hace hincapié en la diferencia existente entre la labor de rescate de información e interpretación sobre aspectos del pasado y buena muestra son los primeros estudios que aparecieron en Estados Unidos, donde los movimientos feministas se desarrollaron con mucha fuerza. Se analizan los pasos transitados desde sus comienzos hasta nuestros días. Apasionante recorrido por el protagonismo de la mujer en el ámbito público y privado; su papel determinante en las diferentes culturas e historia excepcional de su lucha hasta conseguir el derecho al voto y el control de su propio destino. 

La mujer necesita que se hable y escriba de ella, sin filtros políticos o partidistas que distorsionen la imagen. Hay que rescatarla del olvido de siglos. 

Imposible narrar la historia de la humanidad sin partir de la mujer. Dios creó al hombre, pero es la mujer, que forma al hombre desde el parto. Los hombres libran batallas, conquistas, se matan entre sí, Dios los castiga a todos; la mujer los lleva a marchar adelante, los anima en el avance, los relaja y reanima en el descanso. Es fácil, miles de políticos lo han hecho y lo seguirán haciendo, enviar hombres a la guerra y muerte. Lo difícil es calmarlos, cuidarlos, guiarlos en la paz, mantener esa paz fuerte y confiable para que no vuelva la guerra que resuelve a sangre y fuego.





Como negar el largo dolor y sufrimiento del pueblo judío por siglos de persecuciones, luchas, absurdo ocultar el salvaje y espeluznantemente inhumano asesinato y encarcelamiento de los judíos bajo la barbarie nazi, ni el esfuerzo a costa de sus propias vidas de los israelitas por regresar y asentarse en su tierra de origen con la conducción de hombres de extraordinaria dimensión y grandes dirigentes en miles de años de historia.

Pero la humanidad, la nación judía fue y sigue siendo ejemplo de primera magnitud, ha sido también historia y consecuencia de la mujer en todos los pueblos del largo transcurso humano. Tal vez en los siglos iniciales fueron relegadas, encerradas, maltratadas, limitadas a ser madres, esposas obedientes, amantes o ratos de placer para los hombres por ser más fuertes físicamente. Pero siempre han estado allí, han formado a los hombres grandes y pequeños, han hecho dirigentes y seguidores, han tejido ese monumental tapiz que es la humanidad.

Hoy más que nunca, porque los tiempos modernos, y la realidad, han sacado a las mujeres de sus casas y han hecho que se preste atención a lo que dicen, ya no sólo como madres y esposas obedientes en la intimidad de los hogares, sino como guías de pueblos y Jefes de Estado. Recuerden a aquella Margaret Thatcher que los rudos jefes sindicales ingleses primero, militares asesinos y represores argentinos después, creyeron doblegarían como a la modesta ama de casa que cocinaba para su esposo, y ella, sin alardes, sólo manteniendo la palabra y el pulso firmes, los derrotó a todos.

O aquella anciana que hasta fea parecía, abuela bondadosa, que vigorizó a Israel, plantó cara al fanatismo árabe, hizo sentir a las mayores potencias del mundo que en esa pequeña y alargada parte del mundo, en pleno Medio Oriente, rodeada de musulmanes y con todo por hacer, hacia nación, había un destino, un compromiso inalienable, aquella mujer extraordinaria que se echó al hombro una historia milenaria, Golda Meir, la “Dama de Hierro” que marcó una época. Tercera mujer en ejercer el cargo de mandataria en la historia de la humanidad, fue primera ministra de Israel entre 1969 y 1974, se convirtió en un símbolo de poder de la mujer del siglo XX, afrontó conflictos que desafiaron la mismísima existencia de Israel, como la Guerra de Yom Kipur en 1973. Que jamás dejo de querer y educar a sus hijos Menanchen y Sarah, cuidar a nietos, a su marido Morris. 

Marie Sklodowska Curie (1867-1934), primera mujer que ganó un Premio Nobel, primera profesora de la Universidad de París y la primera persona -subrayamos aquí el uso de ‘persona’ y no ‘mujer’- que ha ganado un segundo Premio Nobel. Rosa Louise Parks (1913-2005), desafió la segregación racial que existía en partes de Estados Unidos. La reformista social Emmeline Pankhurst (1858-1928), fundó la Unión Social y Política de Mujeres para hacer campaña para el voto parlamentario para las mujeres en Reino Unido. “Hechos, no palabras”, fue su consigna. Rosalind Franklin, la olvidada científica detrás del descubrimiento de la estructura del ADN, uno de los más importantes para la medicina moderna. 

Y muchísimas otras ilustres, célebres, maravillosas damas que han demostrado al mundo y a la historia que el predominio masculino ha sido una larga injusticia y que, con muy raras excepciones, las mujeres han gobernado mejor.

Sus hogares, familias y pueblos.

@ArmandoMartini