El líder bielorruso Alexander Lukashenko reemplazó el jueves a su ministro del Interior y nombró a tres expertos en seguridad para que desempeñen nuevas funciones en un intento de incrementar su control sobre el país después de casi 12 semanas de protestas.
Ivan Kubrakov, que como jefe de la policía de la capital Minsk ha dirigido las mayores represiones a las manifestaciones, fue nombrado ministro del Interior.
Su predecesor, Yuri Karayev, fue uno de los tres hombres nombrados para desempeñar nuevas funciones como ayudantes presidenciales e “inspectores” responsables de regiones clave del país.
La posición de Lukashenko parece más segura después de que un llamamiento a la huelga nacional no lograra detener la economía esta semana. Las fuerzas de seguridad han arrestado a más de 16.000 personas desde las elecciones presidenciales del 9 de agosto, que según la oposición y Gobiernos occidentales fueron manipuladas.
Sin embargo, las protestas continúan, especialmente en las universidades, y la reorganización sugiere que el veterano líder está preocupado por el tiempo que está costando someter a la oposición y siente la necesidad de tomar más medidas.
“Lukashenko está nervioso y débil porque no logra sofocar las protestas. Piensa que la reorganización de su personal de seguridad tendrá efecto. Lukashenko sigue apostando por sofocar las protestas”, dijo el analista político Alexander Klaskovsky.
Lukashenko también ordenó el fortalecimiento de las unidades de milicias voluntarias armadas, que en teoría ya existen pero que en la práctica no han jugado un papel en la crisis hasta ahora.
Reuters