No llama la atención el comportamiento porque uno los conoce… “de atrás” como dicen… pero igual es patético escuchar a pocas semanas de una elección que dicen será vital para unos… o una traición para otros… el que las razones que presentan los candidatos a diputados para votar por ellos… a veces son inexistentes… pero tampoco producen risa.
En momentos cuando el occidente cristiano lleva meses paralizado… con el pretexto de una pandemia que atornilla al poder a los gobernantes y empobrece hasta el límite a las clases trabajadoras… las “propuestas” de estos señores candidatos no van más allá de las boberías que llevamos 2 décadas escuchándoles.
Y así digan lo que digan termina siendo posible que el próximo parlamento sea peor que el actual… lo que es un record difícil de batir.
En todo el planeta poco a poco entre grupos patrióticos… que los hay… hoy día se debate sobre el desenlace financiero… no cuando termine la pandemia… sino cuando los gobiernos tengan que cuadrar las cuentas de todo el dinero inorgánico que se ha creado para evitar que mientras se paraliza el comercio y la producción de bienes y servicios… las bolsas no se vayan a pique llevándose a la quiebra las empresas de enchufados al más alto nivel.
Las sumas son inimaginables y hay dos escenarios frente al hecho.
Uno de los escenarios es que los bancos centrales y no me refiero al nuestro sino en general todos… con la Reserva Federal yanqui a la cabeza… no cambiénar el mundo a una hiperinflación eterna.
Esa sería una tendencia sumamente pesimista porque implica que no haya ningún cambio en la abusiva impresión de billetes inorgánicos… modalidad inaugurada en 1971 y un poco antes… cuando el dólar estadounidense que es el medio de pago internacional… se desligó del oro que a manera de promesa y en cantidad fija… avalaba esa moneda.
Allí comenzó la mayor estafa que es la inflación, al ciudadano trabajador que al principio y con la economía en auge… no se daba cuenta que lo estaban robando.
Hay una opción ante este panorama que nos afecta también a los venezolanos dado que nuestra economía… tras un siglo de explotación petrolera… está caracterizada porque seguimos importando la mayor parte de lo que consumimos… a pesar de que el país se ha empobrecido y mucho. Mnoproductores pues.
El bitcoin es la opción a la impresión de moneda inorgánica… o la entrega de bonos y extras vía electrónica que es lo mismo y también es el aporte a la economía de parte de los gobiernos bolivarianos… maldad ahora imitada por gobernantes de países industrializados como el ciudadano Trump… Macron o el bribón español de Sánchez.
El bitcoin. para quienes no están familiarizados con esta moneda… es una medio de pago imposible de falsificar por los gobiernos… y no está sujeto a inflación.
Y sobre el bitcoin gravita el gran debate hoy día: O desde la A. N. se le permite al gobierno bolivariano en nuestro caso… seguir falsificando la moneda por vía de entregar bonos y regalías electrónicas… que obviamente alimentan la hiperinflación que ha llevado al pueblo venezolano a la ruina… o se comienza a enderezar la economía pagando el gobierno en bitcoin.
Habrá quien rezongue asimilando el poco prestigiado Petro con el bitcoin: No me extraña esta confusión debido en gran parte a la ignorancia de políticos y también de fablistanes que los entrevistan.
Al respecto recuerdo que al comandante Chávez una vez le recomendaron invertir en bitcoins… y no lo hizo.
Pero desde la presidencia retomó la idea prostituyéndola porque el Petro no pasa de ser un remedo de las criptodivisas… siendo creado por un gobierno y avalado por el BCV que nunca ha protegido al bolívar.
En ese debate está la clave para separar la supina ignorancia de no pocos de los aspirantes a diputados en ambos bandos… y también el descaro de quienes aspiran ser esperanza… cuando a tenor de lo que se les escucha y como dice la gente “son más de los mismo”.
Hay desde luego otros temas que vale la pena sopesar cuando se evalúe al presunto demagogo… como la reforma Fiscal… los servicios públicos… la independencia del Poder Judicial… o resolver los problemas de producción que azotan a nuestro país.
Son temas importantes sin duda… pero ninguno tan vital como frenar la inveterada tendencia a crear dinero inorgánico que muestran los gobiernos venezolanos y que por cierto no mencionan los economistas.
Esa tendencia se acaba adoptando el bitcoin pero antes habrá que orar para que los encargados de entrevistar candidatos inquieran qué tanto saben del tema quienes aspiran ser diputados… aunque primero cabe rezar para que los fablistanes polarizados estudien “por encimita” el tema.