Douglas Evans Coe fue conocido como “el Billy Graham sigiloso”, aunque la revista Time no pudo ocultar su influencia y en 2005 no tuvo otra alternativa que incluirlo en el ranking de los 25 líderes evangélicos más influyentes de los Estado Unidos.
Pocos han investigado tanto a la Fellowship Foundation como Jeff Sharlet, quien escribió un libro exitoso llamado La familia: El fundamentalismo secreto en el corazón del poder estadounidense después de su tiempo infiltrándose encubierto en la asociación.
Reacio a hablar en público, Coe rechazó la mayoría de las solicitudes de entrevistas y siempre se negó a ofrecer discursos ante grandes audiencias. Sin embargo, nadie influyó tanto sobre el poder político estadounidense -y no sólo estadounidense- como él.
Coe impuso su enfoque acerca de cómo debía comportarse The Fellowship Foundation: “Cuánto más invisible sea tu organización, más influencia tendrá”, recordó el documental ‘The Family’.
De todos modos, Coe prefirió deslizarle en 2010 a la revista The New Yorker una explicación más trivial: “Es que la mayoría de mis amigos son mala gente, todos han roto alguno de los diez mandamientos”.
Tanto los Hermanos Francmasones como -durante años- los católicos del Opus Dei mantuvieron una cierta confidencialidad acerca de su pertenencia mientras se insertaban en estructuras de poder secular. Pero lo de Coe, durante años, fue más cerrado y eficiente.
En The Fellowhip Foundation, a partir de Coe no hubo lista oficial de “miembros”, el nombre mutó en reiteradas ocasiones o aparecieron organizaciones en paralelo (The National Leadership, The Fellowship Foundation, The Family… ), pero prevaleció siempre la misma convicción: ellos han sido elegidos por Dios para defenderlo desde ubicaciones de poder en la comunidad. Por supuesto que es un punto de vista muy controversial, con mucha bibliografía que objeta o contradice semejante argumento. Pero no se ha interrumpido.
Zach Wamp, un ex-representante por Tennessee y miembro de The Family, dijo en el documental que difundió Netflix: “No hay una agenda o una línea de conspiración… Nuestro dilema es: ¿cómo atravesar el difícil camino de Dios en este campo del diablo?”. Y entonces Coe construyó una eficiente e influyente organización de alcance global.
En el Desayuno Nacional de Oración de 1990, el entonces presidente George W. Bush fue al rescate de Coe, ya sometido a murmuraciones, y en público lo felicitó por su “diplomacia tranquila, no diría diplomacia secreta”.
Pero ¿cómo describir el protagonismo de Coe en los acuerdos de Camp David que organizó el entonces presidente James Earl Carter para que se dieran la mano el entonces 1er. ministro israelí Menachem Begin y el presidente egipcio Anwar Sadat?
¿Qué decir del almuerzo que organizó -según el representante Joe Pitts- entre el entonces presidente George H.W. Bush (padre del ya citado Bush) y el embajador de Iraq en USA, a mediados de 1980, para anudar varios acuerdos con Saddam Hussein que se extendieron hasta que éste invadió Kuwait y provocó la 1ra. invasión estadounidense?
¿Cómo explicar la decisión del Pentágono, en aquel año, de concederle a Young Life e InterVasity la formación de Ministerios Juveniles de la Comunidad Militar (MCYM), un programa global para el cuidado espiritual y relacional de niños con padres en las fuerzas armadas de USA en todo el mundo?
¿Qué decir de la reunión privada, en 2001, cuando The Fellowship Foudation sentó al presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila, y el presidente de Ruanda, Paul Kagame, para iniciar un diálogo que concluyó en un acuerdo de paz?
¿Cómo explicar que Hillary Clinton se lo llevara, en 1997, en la delegación oficial que asistió al funeral de Agnes Gonxha Bojaxhiu, la fundadora de las Misioneras de la Caridad, más conocida como Madre Teresa?
Para Coe, el liderazgo era todo. Esa obsesión con el liderazgo lo llevó, tal como menciona el escritor y documentalista ex asistente a un centro de formación de The Fellowship, Jeff Sharlet, a estudiar no sólo a Jesús sino también la metodología de Adolf Hitler, Vladímir Lenin, Mao Tse Tung, Ho Chi Minh, Osama Bin Laden, Pol Pot….
Según un informe de la cadena televisiva NBC, Coe comparó las enseñanzas de Jesús con la Guardia Roja durante la Revolución Cultural en China:
“He visto fotos de jóvenes en la Guardia Roja de China … Traían a la madre y al padre de este joven, la tendían en la mesa con una canasta en el extremo, él tomaba un hacha y le cortaba la cabeza. … Tienen que poner los propósitos de la Guardia Roja por delante de la madre-padre-hermano-hermana: ¡su propia vida! Eso fue un pacto. Una promesa. Eso fue lo que dijo Jesús.”
Al romper las enseñanzas de Jesús, el líder Doug Coe, quien insistió en que “no era el líder de nada”, atrajo a las personas más poderosas del mundo, desde Hillary Clinton, Ronald Reagan y George Bush hasta “diplomáticos africanos, ciudadanos rusos , congresistas y senadores “.
Warren Throckmorton -profesor universitario de Psicología sobre políticas públicas, salud mental, identidad sexual y cuestiones religiosas-, y quien llegó a entrevistar a Coe, afirmó:
“En mi opinión, el documental de The Family genera una fuerte advertencia contra los enredos de la Iglesia y el Estado. Aunque no se ha presentado ningún desafío legal al Desayuno Nacional de Oración (National Prayer Breakfast o NPB), creo que se podría presentar algún caso. El NPB no es multi-fe; todo se trata de Jesús. Cuando asistí, me pareció que al menos dos ramas del gobierno de USA habían establecido la adoración a Jesús como la religión del Estado.”
Uno de los históricos de Estados Unidos, James Madison, dijo que “la religión y el gobierno florecen cuando están separados”. Bueno, ni Coe ni The Fellowhip Foundation han creído algo semejante.
– C Street –
La C Street (Calle C) como sede de “The Fellowhip Foundation” llegó a ser expuesta a través de una serie de escándalos políticos. La residencia de Washington DC sirvió como algo así como un dormitorio para la élite política demócrata y republicana.
“La primera regla de C Street es que no se habla de C Street”, explica Jeff. “La casa en la calle C es una casa adosada de ladrillos rojos de tres pisos en una calle muy hermosa justo en la cima de Capitol Hill. Y es para los congresistas que quieren vivir en hermandad, como lo hicieron los hermanos Ivanwald”.
Después de años de estudio bíblico, “la noción flotó [entre los líderes de Washington], ‘¿Qué pasaría si viviéramos juntos? De una manera bipartidista, demócratas y republicanos, donde realmente podríamos experimentar juntos este paseo por el Congreso”.
El C Street Center logró pasar totalmente desapercibido hasta 2009.
Fue entonces cuando el senador de Nevada John Ensign, el gobernador de Carolina del Sur Mark Sanford y el exrepresentante de Mississippi Chip Pickering admitieron haber tenido relaciones adúlteras; los tres eran residentes de C Street. “Yo era parte de un grupo llamado C Street cuando estaba en Washington”, admitió Mark Sanford a la prensa.
“Fue, lo crea o no, un grupo de estudio bíblico cristiano”, continuó. “He estado trabajando con ellos para tratar de enderezar mi corazón porque los decepcioné”.
Dado que The Fellowship se registró como una iglesia, pudieron pasar sus beneficios exentos de impuestos a los inquilinos que vivían en la casa de 12 habitaciones y 8,000 pies cuadrados en uno de los vecindarios más caros de DC por 600-900 dólares al mes.
“Era como un club privado, excepto que estaba designado como iglesia”, explica el documental. Después de que los escándalos de infidelidad llamaron la atención de la Oficina de Ética del Congreso, el estado de exención de C Street fue revocado en 2009.
Douglas Evans Coe falleció el 17 de Febrero de 2017 y cometió un error: no dejó resuelta su sucesión. ¿Fue este déficit lo que provocó la crisis en la organización?
¿Quién es el sucesor de la organización?.
Con información de Tercer Angel y Distractify.