Veintiséis de 30 presuntos integrantes de una organización de narcotraficantes venezolanos fueron arrestados por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) en altamar, en medio de una transacción de compraventa de cocaína en el área oeste del País.
El grupo viajaba en dos embarcaciones con matrícula de Venezuela en momentos en que iban a encontrarse con agentes encubiertos. De acuerdo con el pliego acusatorio, las embarcaciones eran Los ojos de mi tierra, una nave de 50 pies de eslora, y Frania, de 65 pies de eslora.
La pandilla fue acusada por un gran jurado por cargos de conspiración para poseer con la intención de distribuir cocaína a bordo de una nave; conspiración para importar sustancias controladas en Estados Unidos; intentar importar drogas a Estados Unidos y conspiración para poseer con la intención de distribuir sustancias controladas.
Según una declaración jurada de un agente del FBI, Carlos Javier Nieves Rivera solicitó —sin saberlo— la asistencia de un informante de esa agencia para que le consiguiera un capitán para una embarcación, a fin de recoger aproximadamente 500 kilogramos de cocaína en altamar y traerla a Puerto Rico.
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