Nelson Millán Suárez, el ciclista venezolano que se midió en la Vuelta a Colombia 2020

Nelson Millán Suárez, el ciclista venezolano que se midió en la Vuelta a Colombia 2020

Saliendo de su natal Venezuela en 2018, Nelson ha participado en una gran cantidad de competencias en Norte de Santander y otras partes de Colombia/ Foto: migravenezuela.com

 

Espesas nubes evitaban el sol en la carretera Villa de Leyva-Sáchica, en Boyacá.  Eran las 10:30 de la mañana, en una vía que normalmente está transitada por vehículos, pero que cambió para dar paso a los ciclistas. El trayecto se convirtió en la primera etapa de la Vuelta a Colombia 2020. Entre los 167 corredores, se encuentra el venezolano Nelson Millán Suárez listo para su primera gran vuelta. Con mucho esfuerzo para llegar ahí, este ‘chamo’ se le midió a competir en una de las justas más importantes y duras del país.

Por Daniel José Galvis / migravenezuela.com





Luego del pistoletazo de salida, los ciclistas empiezan poco a poco a mover su ciclas. Con el número 166 en su espalda, este joven venezolano de 21 años empieza sus primeros pasos en el ciclismo profesional, en la categoría sub 23. Su equipo era la Lotería de Boyacá-Neiza, en el que también hay otros cinco corredores dirigidos por Ismael Sarmiento. Esta primera etapa es un circuito de 163 kilómetros que recorre Villa de Leyva, Sáchica y Sutamarchán.

En un circuito mayormente plano, Nelson luchó para mantenerse en la competencia. “En la primera etapa, Villa de Leyva, buscando irme para adelante, tuve un ‘enredón’ y me fui por un peñasco. Eso me hizo perder mucho tiempo”, dijo. Llegó en la posición 129, a cuatro minutos y 15 segundos del líder. Sin embargo, la satisfacción para él estuvo en haber terminado la etapa. Era la culminación de muchos esfuerzos anteriores.

Pedalear poco a poco

Sus inicios en el ciclismo se remontan a 2017, en su natal San Cristóbal, en donde una casualidad lo fue acercando al deporte. “Unos amigos del barrio me invitaron a montar bicicleta un fin de semana, en un lugar que se llamaba ‘La Rinconada’. Ahí fue poco a poco creciendo mi interés”, cuenta.

Ávido por nuevos retos, Nelson empezó a recorrer circuitos cada vez más largos, especialmente en las inmediaciones de Cúcuta. Su primera gran prueba fue armar su bicicleta. “Mis padres me compraron el primer marco de carreras, pero tuve que conseguir yo mismo los repuestos para armar la bicicleta”, dice. Luego de dos meses de esfuerzos y visitar muchos talleres mecánicos en San Antonio, pudo armas su primera cicla de carreras a base de partes de otras bicicletas.

Con una bicicleta óptima, Nelson pudo participar en su primera carrera oficial: la clásica Raúl Saavedra en Cúcuta. En esta competencia finalizó entre los primeros diez, un hecho que le sirvió para ingresar en el club de la lotería de Táchira y tener su primera bicicleta de ruta. Con este equipo participó en la Vuelta al Táchira 2018, realizada entre el 12 y el 21 de enero.

Sin embargo, fue en esa época cuando tuvo su mayor accidente hasta la fecha. En un entrenamiento en Venezuela, entre la Puerto Real y Capacho, la rueda trasera se salió a mucha velocidad y cayó al suelo. Los golpes en la cabeza y las costillas lo dejaron inconsciente. “No recuerdo mucho, fue lo que me contaron, duré 10 horas en coma”, comenta.

Nelson perdió tres meses de entrenamientos y competencias. En lo que para muchos sería motivo de retiro, para Suárez era una razón más para perseguir su sueño de ser ciclista profesional. En 2018 regresó a las competencias, de nuevo en la clásica Raúl Saavedra, y quedó de sexto. Para el año 2019 encontró un nuevo club: Team ‘R’ de los motilones, un club de Cúcuta. Con este pudo participar en la Clásica del Cesar, siendo el cuarto mejor sub 23, al igual que la Clásica del Caribe, en la que resultó entre los diez primeros.

La pandemia del coronavirus detuvo todas las carreras, competiciones y entrenamientos en el primer semestre del 2020, pero a Nelson le trajo un golpe de suerte. Inventó un rodillo artesanal de entrenamiento que llamó la atención de Ismael Sarmiento, técnico del equipo Lotería de Boyacá.

“Por el tema de pandemia no se ha corrido mucho. Íbamos a ir a la Vuelta de la Juventud, pero nos pareció más viable que su primera competencia fuera la Vuelta a Colombia, como una forma que se desafiara y se diera a conocer”, cuenta hoy Ismael.

Su primera etapa había sido exitosa, algo que le llenó de mucha satisfacción. Tenía buenas sensaciones, fue una experiencia única y no se le compara con nada. Nunca tuve nervios”, comentó el único ciclista venezolano en la competencia, quien se preparó más de tres meses para la carrera.

Sin embargo, la segunda etapa sería un reto mayor para él. En un recorrido de 149,5 km., que pasaba por Tunja, Ventaquemada, Villapinzón, Chocontá, Sisga, Machetá, Guateque y Macanal, la dificultad estaba en los grandes tramos de montaña. La hora de salida fue a las 9:00 a. m. del sábado 14 de noviembre.

El inicio del circuito fue la avenida Universitaria en Tunja. Ubicado al final de todos los ciclistas, Nelson estaba preparado para el desafío. La carrera transcurrió con normalidad, pero bajando hacía Macanal, el candado de su bicicleta se estalló. Se desestabilizaron los platos y tuvo una fuerte caída sobre sus costillas, el mismo sitio donde se fracturó años atrás. Nelson esperó la bicicleta adicional, pero ese accidente lo hizo quedar en el “fuera de control”, regla en la que el ciclista llega demasiado tarde a la meta y queda descalificado.

No corrí con la suerte. Fue triste porque me preparé mucho, pero agradezco la enorme oportunidad que tuve”, dice Nelson.  Para Ismael Sarmiento, este suceso es importante para ir ganando experiencia. “Él tiene muchas capacidades y es muy joven. Lo que debe hacer es competir mucho más pues este es un proceso largo”, explica el entrenador .

Decepcionado por cómo terminaron las cosas, Nelson continúa sus entrenamientos en Villa del Rosario, Norte de Santander. Este joven venezolano ve con optimismo y reconoce que su meta es un largo camino, una carrera de muchos kilómetros y en la que se pedalea poco a poco hacía el éxito.