Decisiones de última hora, la mayoría cancelaciones para reducir viajes y tamaños de grupo, han marcado este año la víspera del feriado más popular en el calendario estadounidense: la cena de Acción de Gracias.
Por: El Diario NY
Particularmente en Nueva York, el estado con más desempleo y muertes reportadas desde el comienzo de la pandemia en EE.UU., varios restaurantes han registrado cancelaciones de órdenes para llevar y de reservaciones para comer en el sitio, dejándolos con cientos de pavos que estaban listos para ser horneados.
Es el caso de muchos, como Kostantino Plaitis, propietario de Andrew’s Diner, restaurante fundado en 1999 y ahora afectado por las nuevas restricciones en Staten Island, actualmente el condado con más contagios en NYC.
Plaitis contó al New York Post que debió cancelar las reservaciones y se quedó con docenas de pavos congelados después de descubrir abruptamente que su negocio tendría que cerrar debido a las nuevas restricciones del coronavirus. “Se siente como si nos hubieran arrancado la alfombra”, describió.
El restaurante de gestión familiar esperaba atender a unos 500 comensales durante el transcurso del feriado, “que resulta ser uno de los días más ocupados para nosotros”, algo mucho más anhelado en un año como éste, después de estar tanto tiempo cerrados en la primavera. Alrededor de 60% de los clientes que cancelaron optaron ahora por un servicio para llevar, comentó.
Plaitis afirmó ayer que buscaba una solución para el resto de la comida, incluyendo la posibilidad de donar los pavos a iglesias o personas necesitadas, pero “si hubiéramos tenido un poco más de tiempo, habríamos podido encontrar mucho más que hacer”. Todo lo que pidió, dijo, fue un poco de “sensibilidad” por parte de los funcionarios para que las pequeñas empresas como la suya no sigan siendo tan afectadas.
Irónicamente mientras esto sucede millones de personas alrededor del país pasan hambre, en muchos casos también debido a la crisis causada por la pandemia.