Un nuevo asalto a un banco con rehenes, explosivos y armamento pesado dejó un muerto y atemorizó la noche del martes a una pequeña ciudad en el norte de Brasil, un día después de un atraco similar en otra región del país.
Un rehén murió y otra persona resultó herida, informaron las autoridades del estado de Pará (norte), que lograron restablecer la normalidad mientras seguían buscando a los ladrones este miércoles.
El asalto ocurrió en Cametá, una ciudad de 130.000 habitantes a la orilla del río Tocantins, unos 200 km al sur de la capital estatal Belém.
Eran “más de 20 delincuentes fuertemente armados, con armas gruesas como fusiles” que atacaron una agencia del Banco do Brasil, dijo la Secretaría de Seguridad Pública de Pará, que no reveló cuánto robaron.
“Una persona que fue usada como rehén fue alcanzada por (disparos de) los delincuentes y murió”, añadió la secretaría.
Según relatos de vecinos al portal de noticias G1, la banda secuestró a varias personas que estaban reunidas en bares mirando un partido de fútbol y las utilizó como escudo humano para atacar una base de la Policía Militar (PM) y trasladarse por la ciudad.
Tras la fuga, la policía halló una camioneta con explosivos abandonada en una carretera cercana.
El gobernador de Pará, Helder Barbalho, viajó hasta Cametá para acompañar las investigaciones y afirmó que “la audacia del grupo criminal no quedará impune”.
Este robo ocurrió un día después de un atraco similar en Criciúma, ciudad del interior de Santa Catarina (sur), en el que treinta hombres asaltaron una sede bancaria utilizando explosivos, armas largas y rehenes, dejando heridos pero no víctimas fatales.
En julio pasado, decenas de asaltantes aterrorizaron una pequeña localidad en el interior de Sao Paulo, Botucatu, en una acción que incluyó tiroteos, explosivos y toma de rehenes. Esa misma ciudad ya había vivido un episodio similar en diciembre del año pasado.
Un intento de asalto a dos agencias bancarias en el estado de Ceará (noreste de Brasil) en 2018 dejó 12 muertos, entre ellos cinco rehenes.
AFP