Los kuwaitíes comenzaron a votar el sábado para elegir un nuevo Parlamento, en unos comicios ensombrecidos por la epidemia de covid-19, que redujo al mínimo la campaña de los candidatos y obligó a instalar centros electorales especiales para las personas infectadas.
El rico Estado petrolero ha tomado medidas estrictas para frenar la pandemia desde que comenzó la crisis sanitaria, a principios de año.
Algunas de las restricciones se han levantado, pero los tradicionales mítines electorales, con generosas comidas que atraían a muchos kuwaitíes, estuvieron prohibidos, el uso de mascarillas sigue siendo obligatorio y en la mayor parte de los espacios públicos se toma la temperatura.
Las personas infectadas o en cuarentena obligatoria generalmente están confinadas en sus hogares, con brazaletes electrónicos que registran sus movimientos.
Para que no queden excluidas de los comicios, el Estado puso cinco colegios electorales a su disposición para que voten.
Más de 567.000 kuwaitíes podrán elegir a 50 diputados entre 326 candidatos, incluidas 29 mujeres. Los resultados de las elecciones se darán a conocer el domingo.
A diferencia de otros Estados de la región, Kuwait goza de una vida política dinámica, con un Parlamento, elegido por cuatro años, con amplios poderes legislativos.
– Campaña en internet –
Los partidos políticos no están prohibidos ni reconocidos, pero muchos grupos, como los islamistas, actúan de hecho como formaciones políticas.
La oposición está debilitada y varios de sus líderes tienen problemas judiciales por lo que no se esperan cambios en el equilibrio de fuerzas.
Son las primeras elecciones legislativas bajo el reinado del nuevo emir, el jeque Nawaf Al Ahmad Al Sabah, quien asumió sus funciones el 29 de septiembre después de la muerte del jeque Sabah.
Este año la pandemia ha empañado la cita electoral en el país, que ha registrado más de 143.000 casos de contagio por el nuevo coronavirus, de ello 886 mortales.
La campaña se desarrolló principalmente en los medios de comunicación y en las redes sociales: mensajes en Twitter, videos cortos en Snapchat, directos en Instagram o mítines a través de Zoom.
Los temas no han cambiado: desde la lucha contra la corrupción hasta el empleo juvenil, pasando por la libertad de expresión, la vivienda, la educación o el delicado tema de los bidunes, las minorías apátridas, que carecen de nacionalidad.
La crisis sanitaria provocó una fuerte caída de los precios del petróleo y graves consecuencias económicas para los países del Golfo.
Kuwait sufre desde hace años crisis políticas recurrentes en las que se han visto implicados el gobierno, miembros de la familia gobernante y el Parlamento, que fue disuelto varias veces.
Desde mediados de 2006 hasta 2013, y sobre todo después de la Primavera Árabe de 2011, hubo diez ceses de gobiernos en el país.
“Todavía hay disputas sobre el sistema electoral y la mala gestión del dinero público”, afirma Ahmad Deyain, secretario general del Movimiento Progresista kuwaití, en la oposición.
Kuwait fue el primer Estado árabe del Golfo en adoptar un sistema parlamentario en 1962 y las mujeres obtuvieron el derecho de voto y a presentarse a las elecciones en 2005. AFP