Ahora bien ¿cuál es el detalle de esta farsa electoral y a cómo nos toca en enero a los venezolanos? La respuesta no es astrológica, no hay que hacerse la revolución solar para saber que lo que queda de diciembre, enero y febrero serán meses muy conflictivos, de persecución, represión y saltos de talanquera. El régimen va con todo para estrenar su Asamblea Nacional hecha a la medida, redactar las leyes que le permitan fundamentalmente acceder al financiamiento internacional y “legalizar parlamentariamente” los convenios económicos que al amparo de la sombra va a continuar con la llamada “ley antibloqueo”. Para todo esto va a colocar probablemente a Guaidó y a la Asamblea legítima en la cárcel o en el exilio, la represión y la censura van a aplicarse selectivamente a civiles y también a militares descontentos que los hay, porque la Fuerzas Armadas no son de palo y muchos de sus integrantes no van a avalar sumisamente la implantación del modelo cubano de dictadura que se está desarrollando en Venezuela paso a paso.
¿Entonces perdimos? La respuesta es NO, he intentado dibujar cual será la respuesta de Maduro y los tiempos difíciles que se avecinan para la dirigencia política interna en lo inmediato y a corto plazo, vamos a retomar el resultado de estas elecciones como una derrota para Maduro, han cometido un gran fraude que solo los aliados del ALBA y personajes devaluados como Rodríguez Zapatero pueden avalar interesadamente, lo que viene internacionalmente cuando Maduro persiga, hostigue y criminalice a la oposición acusándolos de cualquier cosa son más sanciones y la conformación de una coalición internacional que va a pasar de la declaración a la acción.
Lo que quiero enfatizar es que no importa que Maduro se declare ganador, eso ya lo sabemos, no importa que multiplique los votos ni que a principios de enero instale su Asamblea y comience a perseguir y enjuiciar a los diputados de la legítima Asamblea Nacional, lo importante es entender que no tiene como quedarse en el poder, no tiene soluciones para el país, la gente que por necesidad lo apoyaba dejó de hacerlo porque está viendo y sintiendo el peso de la crisis. En este diciembre lanzó bonos en bolívares inorgánicos que hicieron escalar el precio del dólar, no solo del paralelo sino también el del Banco Central.
El año que viene con Maduro en el poder la situación va a pasar de crisis humanitaria a genocidio, porque la población que no recibe dólares que son la mayoría literalmente se va a morir de hambre y eso lo está viendo el mundo, la vacuna contra la pandemia ha sido una guerra que le ha enseñado a la humanidad el valor de la libertad y la importancia de la solidaridad. Como se dice en los foros internacionales, Venezuela no está sola en esta lucha por rescatar la democracia y una vida con dignidad, eso está demostrado con la infinita paciencia de los países vecinos que todos los días reciben migrantes venezolanos que escapan del reclusorio en que Maduro y su gobierno ha convertido a Venezuela. Los meses que se avecinan no van a ser fáciles pero estoy convencido que un gobierno sin soluciones tiene los días contados, así reprima y amenace, porque una vez resuelta la situación de las elecciones en los Estados Unidos y la vacuna comience a aplicarse a escala mundial, el caso Venezuela volverá cobrar protagonismo por las alianzas indeseables que colocan a Venezuela en el tablero de la geopolítica mundial como un peligro para la seguridad continental. ¡VIVA VENEZUELA!