El regulador de salud de Brasil, Anvisa, dijo que las autoridades sanitarias chinas no son transparentes en su autorización para el uso de emergencia de las vacunas contra el COVID-19, una declaración que puede inflamar aún más la tensión política en el país sudamericano.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, un crítico constante de China, ha arrojado repetidas dudas sobre la vacuna CoronaVac que está desarrollando la compañía china Sinovac Biotech Ltd.
Mientras tanto, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, un enemigo de Bolsonaro, dijo que el estado espera comenzar a vacunar a sus residentes en enero, aunque el estado más poblado de Brasil no podrá usar el CoronaVac hasta que sea aprobado por Anvisa.
“Brasil es el líder internacional en el proceso de evaluación de CoronaVac”, dijo Anvisa en un comunicado en su sitio web el lunes.
“La vacuna tiene una autorización de uso de emergencia en China desde junio de este año. Los criterios chinos para otorgar la autorización de uso de emergencia no son transparentes y no hay información disponible sobre los criterios actualmente en uso por las autoridades chinas para tomar estas decisiones”, agregó.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, dijo el martes que China presta “gran importancia” a la seguridad y eficacia de sus vacunas.
Si bien el regulador de salud de Brasil ha sido en gran medida apolítico, Bolsonaro ha estado nombrando aliados en el organismo en los últimos meses, avivando los temores entre los profesionales de la salud de que sus decisiones puedan verse afectadas por consideraciones políticas. Reuters