Un candidato a vacuna contra el coronavirus desarrollado por la Academia de Ciencias de China (CAS, por sus siglas en inglés) es seguro y genera respuestas inmunitarias en ensayos de etapa temprana y media, dijeron investigadores el martes.
El mes pasado comenzó en China un ensayo de última etapa de la vacuna ZF2001, que CAS está desarrollando con una unidad de productos biológicos de Chongqing Zhifei. Su objetivo es reclutar a 29.000 personas en China, Uzbekistán, Indonesia, Pakistán y Ecuador.
El candidato no causó eventos adversos graves, con efectos secundarios leves comunes que incluyen dolor por la inyección, enrojecimiento e hinchazón, dijeron investigadores de la unidad de Chongqing Zhifei, CAS y otros institutos chinos en un artículo publicado el martes antes de la revisión por pares.
Los datos combinados de los ensayos de fase 1 y 2 involucraron a 950 participantes chinos sanos de entre 18 y 59 años. Se probaron las versiones de dosis baja y alta, y el estudio de fase 2 también probó dos dosis frente a tres en las dos versiones.
La dosis más alta administrada mediante tres inyecciones espaciadas con 30 días de diferencia no indujo una respuesta inmune mejorada en comparación con la dosis más baja, según el documento. El ensayo de fase 3 analizará la versión de dosis más baja administrada en tres inyecciones, dijo.
Se detectaron anticuerpos neutralizantes contra el virus en al menos el 93% de los participantes que recibió tres inyecciones en diferentes grupos. Los niveles de anticuerpos activados por la vacuna fueron más altos que los observados en muestras de pacientes recuperados de la enfermedad, indicaron los investigadores.
Sin embargo, estas lecturas basadas en anticuerpos no son suficientes por sí solas para predecir qué tan efectivo será el ZF2001 para proteger a las personas del virus, afirmaron los investigadores, advirtiendo que aún no podían determinar la duración de las respuestas inmunes.
La vacuna también desencadenó respuestas inmunes moderadas basadas en células, una parte crucial del sistema inmunológico humano que funciona de manera diferente a los anticuerpos.
Reuters