La magistrada emérita Blanca Rosa Mármol de León dijo muy claro que se acabaron las excusas cuando una vez más la sociedad civil, fiel expresión de la soberanía popular, se manifestó por el cese de la usurpación y la ayuda internacional.
La comunidad internacional viene apoyando decididamente la restauración de la democracia en nuestro país, y si requería de un nuevo gesto interno, ya lo tuvo con la reciente consulta popular. Los proponentes afirman que se acabaron las excusas y no es válido voltear la cara. Hay que actuar porque en el 2021 la diplomacia no debe seguir quedándose en declaraciones hermosas, esto no es suficiente, hay que ir más allá, hay que respaldar efectivamente la lucha por la restauración de la democracia para poder enfrentar interna y extenamente la crisis humanitaria compleja y garantizar la libertad y la vida.
Con el caso dantesco de la usurpación se presenta como nunca la ocasión de dar un salto cualitativo en los compromisos asumidos en los tratados suscritos. Si las premisas estipuladas para que opere la Responsabilidad de Proteger se verifican en los hechos, no queda otra opción sino aplicarla. Y eso esperamos que ocurra en el año 2021 por venir.
El auxilio a Venezuela se hace legítimo al cumplirse todos los extremos de ley y previsiones en las cartas e instrumentos internacionales suscritos. Ya basta de voltear la cara y mirar hacia otro lado.
Se contrarió el desiderátum (ruta) de los ciudadanos resteados en la lucha libertaria de 22 años con la reforma del Estatuto de la Transición. No se trata, según nosotros, de resguardar, principalmente, los fueros y privilegios de los diputados que están por cumplir cinco años en el ejercicio de sus cargos de elección popular, sino de preservar y dejar incólume la voluntad de lucha de un pueblo centrado en la restauración del orden constitucional infringido por la usurpación.
El G4 se miró el ombligo y realizó modificaciones que no respondan a las aspiraciones claramente expresadas por la soberanía popular. La sociedad democrática no se resignará e impedirá que se ultraje la lucha legítima empeñada con maniobras de cohabitación.
No hay Constitución y la vía institucional se cerró. Una nueva etapa de lucha se está inaugurando con relación a la consecución de la libertad, promoviendo los valores de la verdad y la autenticidad hasta alcanzar el cese de la mentira. Es la clase de lucha que inspira y existe el liderazgo. No dejaremos el país a la deriva y seguiremos dispuestos a confrontar a la corporación criminal, afirmando convicciones y organizándonos desde la base de la sociedad.
Alertamos a la fracción 16J sobre la cooptación de la Asamblea Nacional legítima por factores del G4 convertidos en la realidad en enchufados azules.
De la fracción 16J se espera grandeza en su actuación y que sepa hacer la diferenciación, ruptura con sus colegas cohabitantes y no patee la posibilidad de seguir representando a la mayoría ciudadana que no compra la boba “agenda ciudadana para el cese de la usurpación”(premio de consolación), el cual se parece mucho al cacerolazo convocado por Capriles para drenar la arrechera. Por Dios. No pierdan su fuerza moral y eviten caer en un vacio de significado y dirección al optar por un parlamentarismo de compinches. Cuidado con la desviación de un intirenato que se maneje como un fin en sí mismo.
Responsabilidad de Proteger no debe postergarse. La nueva etapa de lucha no comprenderá acuerdos ni cohabitación con las mafias responsables de la desaparición de las familias y violación sistemática de los derechos humanos. Trabajamos para que el mundo entienda que es ya.
¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados!