Armando Manzanero, un maestro al que le gustaba ser visto como un amigo cercano

Armando Manzanero, un maestro al que le gustaba ser visto como un amigo cercano

El cantautor mexicano Armando Manzanero, en una foto de archivo / EFE SÁSHENKA GUTIÉRREZ

 

Armando Manzanero, fallecido este lunes a causa de la covid-19 , era un referente y una inspiración para muchos, y para otros un retratista de sus historias de amor, aunque él prefería ser visto como “un amigo cercano” con el que compartir celebraciones y conversaciones, dijo a Efe su amigo Pável Granados.

“Le gustaba no ser el maestro Manzanero, sino que lo vieran como amigo cercano. Le gustaba ir a las fiestas a platicar (hablar) y a contar anécdotas. No a que le dijeran ‘¡Oh! el maestro Manzanero, cántanos”, explicó Granados, director de la Fonoteca Nacional.





El compositor de temas como “Adoro”, “Somos novios” o “Esta tarde vi llover” perdió la vida a los 86 años de edad y después de 70 años de carrera que prolongó hasta el final de sus días, ya que recientemente estuvo en la inauguración de una casa museo en su amada Mérida.

Le gustaba la gente lo mismo que la música. Y tenía tal vitalidad a pesar de su edad que muchos tenían esperanzas de que el yucateco se recuperase.

Siendo un niño se enteró de que tocaba el mexicano Luis Arcaraz (1910-1963) y logró llegar al concierto a pesar de haber sido arrollado por un camión, explicó Granados, quien lo conocía desde hace 20 años.

Pero esta vez el coronavirus se ha llevado su vidal y no podrá ser despedido como seguramente a él le gustaría: rodeado de talento y amigos.

“Era muy amiguero. No tomaba ni nada de eso pero le gustaba platicar, comer, cocinar… y contaba anécdotas muy bonitas y muy divertidas. Como había conocido a todo el mundo, eran muy interesantes sus historias”, añadió Granados.

Además, Manzanero siempre hablaba del amor alejado del despecho y centrado en lo más inocente y apasionado de esta temática en la que se ha centrado la música desde que existe.

“Él nunca hizo una canción de despecho, venganza u odio. No le gustaba nada y eso es algo que viene totalmente, yo creo, de la trova yucateca. Él supo heredar muy bien eso de donde se crió, con este tipo de música”, detalló Granados.

El padre del compositor era el trovador yucateco Santiago Manzanero, por lo que desde muy pequeño vivió rodeado de música y pronto su entorno vio el talento que tenía tanto con los instrumentos y la composición como con las letras.

Poco a poco fue consciente de que podría lograr muchas cosas y su primera canción la grabó el puertoriqueño Bobby Capó, autor de “Piel canela”, con lo que empezó su carrera hacia el estrellato, que se estabilizó en el éxito y perduró en lo más alto hasta el día de hoy.

“La gran cantidad de cosas que platicaba eran cosas personales, historias de la gente que conoció. Esa gran manera de componer era la mezcla de la sabiduría musical pero también de la sabiduría de vivir”, terminó su amigo. /EFE