Un brote de COVID-19 en Nantucket tiene a sus residentes adinerados volviéndose unos contra otros, y algunos recurren a tratar de “delatar” a los que desafían las reglas de salud pública.
Por New York Post
Los intentos de tomar el asunto en sus propias manos en el enclave de Massachusetts se produjeron en medio de un aumento “astronómico” de casos después del Día de Acción de Gracias, informó el Daily Beast .
“Recibo llamadas telefónicas de ratas en las que la gente dice: ‘Sé que tal y tal es positivo, y están en el trabajo y conducen sin máscara'”, dijo Elizabeth Harris, enfermera en un hospital de Nantucket. hospital encargado de investigar los casos, dijo al medio.
Nantucket informó una tasa de positividad del 13,1 por ciento durante la semana del 14 de diciembre, que se encuentra entre las más altas del país, informó el medio.
En las páginas de Facebook de la comunidad de la isla, los residentes se han vuelto cada vez más ansiosos por su peor brote desde que comenzó la pandemia, incluido el llamado a los miembros a “mantenerse a más de seis pies” de una persona específica e instando a los legisladores a penalizar a las empresas que violen los protocolos, según el informe.
La atmósfera actual llevó al Hospital Nantucket Cottage a emitir un comunicado el 5 de diciembre para recordar a los residentes que “ahora no es el momento de entrar en pánico o señalar con el dedo”, informó el sitio.
Jason Graziadei, portavoz del Hospital Nantucket Cottage, dijo que se vieron obligados a sopesar cuánta información proporcionar sobre los brotes, por temor a que los residentes dejen de patrocinar las empresas.
“Es hundirse o nadar para muchas empresas. Una vez que se nombra a alguien, ese restaurante puede quebrar ”, le dijo al Daily Beast.